BRUSELAS, febrero 20.— El vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, dio este lunes de plazo hasta finales de 2017 para que Canadá y los aliados europeos hagan «progresos reales» en su inversión en defensa y el reparto de cargas en la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).
«El Presidente (de EE. UU., Donald Trump) y el pueblo estadounidense esperan que nuestros aliados mantengan su promesa y hagan más por nuestra defensa común», afirmó Pence en una rueda de prensa en la sede de la OTAN en Bruselas, tras reunirse con el secretario general de la organización, Jens Stoltenberg.
Pence acotó la exigencia: «El Presidente espera progresos reales para finales de 2017». El vice de la Casa Blanca agregó que su país «provee más del 70 por ciento del costo de la OTAN» y está comprometido con su parte, «pero ha llegado el momento de que los aliados den un paso al frente», reportó EFE.
A pesar de que los líderes del bloque se comprometieron en la cumbre de la OTAN, en Gales, en 2014, a elevar su gasto en defensa al dos por ciento del PIB en una década, «muchos aliados, algunos de los más grandes —según consideró el estadounidense—, aún no llegan a cumplir esa meta mínima».
El Vicepresidente recordó las palabras del jefe del Pentágono, James Mattis, la semana pasada en su primera reunión ministerial en la OTAN: «¡Si ya tienen un plan (para llegar al dos por ciento), acelérenlo; y si aún no lo tienen, procúrense uno!».
Pence dijo que el compromiso de su país con la OTAN, que calificó de «alianza histórica», está «claro», pero pidió a los aliados «acciones y no palabras» y un «progreso constante en su compromiso con la defensa común».
Ante una pregunta sobre si EE. UU. recortará su apoyo si los aliados no invierten más, respondió: «No sé cuál es la respuesta, pero sé que la paciencia del pueblo estadounidense no va a durar siempre».
No obstante, sostuvo que, con el liderazgo de Stoltenberg, quien ha convertido el incremento del gasto en defensa en su «primera prioridad», y tras hablar con gobernantes de diferentes países, se sentía «muy animado sobre el progreso».
Stoltenberg ha manifestado que «los europeos no pueden pedir más a EE. UU. si no comprometen más», y ha destacado como hecho positivo que los aliados detuvieran sus recortes en defensa y empiecen a invertir la tendencia.
Rusia es otra obsesión común. Según Pence, su país seguirá pidiendo a Moscú «rendir cuentas» por la crisis en el este de Ucrania, «incluso cuando buscamos un nuevo terreno común que el presidente Trump cree firmemente que puede encontrarse».