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La Revolución Ciudadana en la palestra

Con el nuevo año se estrenó también la campaña con vista a los comicios presidenciales de febrero en Ecuador. El electorado decidirá si profundiza o detiene el proceso de cambios iniciado por Rafael Correa

Autor:

Marina Menéndez Quintero

Las elecciones presidenciales en Ecuador abrirán los grandes titulares de 2017 en Latinoamérica y permitirán corroborar si, como dicen los derrotistas y también los malintencionados, Latinoamérica va irremediablemente hacia la derecha… que es lo mismo que decir cuesta abajo.

Apenas en 40 días, el 19 de febrero, abrirán las urnas en la nación andina y darán la oportunidad de que el electorado decida si continúa y se profundiza la Revolución Ciudadana liderada hasta hoy por Rafael Correa, o si se reabre el largo paréntesis de Gobiernos derechistas que sumió al país en la inestabilidad política hasta la llegada al poder de Alianza PAIS, en 2006.

Para avizorar qué etapa retornaría baste recordar que apenas en los diez años anteriores a la asunción de Correa, el mandatario saliente, pasaron por el Palacio de Carondolet cinco jefes de Estado: tres de ellos electos (Abdalá Bucaram, Jamil Mahuad y Lucio Gutiérrez) ninguno de los cuales pudo terminar su mandato, y dos vicepresidentes (Gustavo Noboa y Alfredo Palacio), quienes debieron asumir para remplazar a los demovidos, de acuerdo con la Constitución. El denominador común para que las masas impidieran el feliz término de aquellos Gobiernos fueron las crisis financieras, la corrupción, y las políticas entreguistas que pasaron por la dolarización de la economía ecuatoriana y la entrega a las transnacionales de las mayores ganancias por la venta del petróleo, el primer rubro nacional.

No por gusto una de las primeras medidas asumidas por el Gobierno de Correa fue la reforma que obligó a las empresas privadas extranjeras que explotaban el crudo a entregar al país el 50 por ciento de sus ganancias extra por la subida, entonces, de los precios del petróleo; una decisión que un año después, en 2007, ascendió al 99 por ciento, y que permitió no solo el crecimiento del PIB sino sufragar las políticas sociales puestas en marcha por Alianza PAIS. La ruptura con las instituciones financieras de Bretton Woods previa renegociación de la deuda externa terminaron de romper el ciclo de escarnio de las transnacionales y de dependencia.

La redacción de una nueva Constitución que sentara las bases legales para poder refundar el país —como lo hicieron Chávez en Venezuela y Evo en Bolivia—, fue otro paso audaz e indispensable para enrumbar las cosas.

Nunca en muchos años Ecuador registró un período de tanta estabilidad y de crecimiento económico y social como en la última década.

Prueba de ello, y también del cansancio que traían los ecuatorianos con los políticos tradicionales resulta la presencia ahora, de cara a los comicios, de una derecha atomizada que va a las presidenciales representada en seis fórmulas electorales.

Movimientos de izquierda que se desgajaron de la coalición que hicieron en un inicio con Alianza PAIS participan bajo el rótulo de Acuerdo Nacional por el Cambio, al que se sumó a última hora el llamado Centro Democrático Nacional, de la localidad de Guayas y calificado «de centro».

Alianza PAIS (el partido Patria Altiva y Soberana que se fundara para candidatear a Correa en 2005) acude a las elecciones acompañada del Partido Socialista Ecuatoriano, el Partido Comunista y de varios movimientos provinciales, en el Frente Unido.

Además de Presidente y Vicepresidente, se escogerá a los 137 integrantes de la Asamblea Nacional y a cinco diputados del Parlamento Andino.

Importante la primera vuelta

Los sondeos realizados arrojan una ostensible mayoría de intenciones de voto a favor de la dupla que representa la continuidad, integrada por el exvicepresidente Lenín Moreno y el vicepresidente Jorge Glas, quien fue sustituido esta misma semana en el cargo para poder dedicarse a la campaña.

No obstante, debe esperarse que la derecha use todo el arsenal a mano. A saber: seguir explotando a su favor el retroceso en el PIB ocasionado por la ya sabida caída de los precios del petróleo, que ha llevado el barril a sus más bajos importes a partir de 2014 y, sobre todo, usando la manipulación. Ya andan por ahí los titulares tendenciosos de que «Correa deja los números en rojo».

Un elemento que la derecha podría haber mal conducido a su favor le ha sido quitado de plano por la negativa de Correa a aspirar otra vez a la reelección, a pesar de que los movimientos sociales que acompañan a la Revolución Ciudadana lo habían propuesto, por lo que procuraban una reforma a la Constitución que posibilitase al Presidente postularse de nuevo.

Su holgada reelección de 2013 con el 57 por ciento de los votos válidos da cuenta de un respaldo popular que se mantiene, aunque le han pasado la cuenta del costo de la crisis económica que se abate sobre todo el hemisferio por la caída en los precios de las materias primas, de modo que solo algunas economías centroamericanas y la de Bolivia crecieron en 2016, según los estimados de la Cepal.

Ahora mismo Correa llega a esta elección con la nominación de figura del año según la encuesta que cada diciembre realiza la firma Cedatos; pero la cantidad de simpatías ha disminuido en relación con la que se manifestó en los últimos años.

No obstante, su caudal político es cuantioso, y sería muy buen signo que Moreno pudiera heredarlo, si es que los votantes a favor de la Revolución saben ver en él al continuador del modelo.

Los sondeos de Cedatos a fines de diciembre le daban al binomio Moreno-Glas un 35,6 por ciento de los sufragios frente al 22,6 por ciento del exbanquero Guillermo Lasso, su más cercano seguidor. Sin embargo, aún quedaba tela por donde cortar, pues 47 por ciento de los encuestados declaró no haber decidido todavía por quién votar.

Mas nada puede darse por hecho. El estudio abarcó 14 ciudades, pero solo a poco más de 2 000 hogares. Por otra parte, los alrededor de 40 días que faltan para las elecciones parecen poco desde afuera, pero en materia de campaña electoral significan mucho.

Con tal contexto parece importante para la continuidad de la Revolución que Moreno y Glas pudieran imponerse en primera vuelta. Según la ley electoral ecuatoriana, para ello el candidato vencedor debería obtener mayoría absoluta, es decir, más del 50 por ciento de los votos válidos; aunque también podría imponerse con el 40 por ciento siempre que exista una diferencia de diez puntos porcentuales con respecto a su más cercano seguidor.

No debe desestimarse que esa derecha dividida pudiera unirse en el balotaje para enfrentar con todo su peso a la Revolución.

Tampoco debe esperarse de esos sectores programas políticos de peso y aunque la campaña recién comienza y no han podido escucharse todavía sus discursos, es casi seguro que serán huecos, pues no hay nada que proponer como alternativa al modelo en construcción que la vuelta al pasado. Ya sabemos que solo hay dos caminos: el capitalismo —salvaje o, como dieron en llamar hace algunos años, «con rostro humano»— o el socialismo, tenga el apellido que tenga.

Una vez más, el asunto muestra el peso que tendrá en el desenlace la claridad política y, si pudiera hablarse de ello en este caso, la conciencia.

Los presidenciables

Lenín Moreno (Alianza PAIS)

Licenciado en Administración Pública; fue profesor de Secundaria. Elegido en 2007 como Vicepresidente de Ecuador, cargo para el que fue relecto en el período 2009-2013.

Iván Espinel (Compromiso social)

Médico de profesión, de 31 años, con una Maestría en Administración.

Paco Rosendo Moncayo Gallegos (Acuerdo Nacional por el Cambio)

Exmilitar. Diputado por el partido Izquierda Democrática (ID) en 1998.

Paco Rosendo Moncayo Gallegos (Acuerdo Nacional por el Cambio)

Exmilitar, Diputado por el partido Izquierda Democrática (ID) en 1998.

Guillermo Lasso (CREO-SUMA)

Empresario y banquero. Participó en las presidenciales de 2013.

Patricio Zuquilanda Duque (Partido Sociedad Patriótica)


Ex Ministro de Relaciones Exteriores de la República de Ecuador. Embajador de carrera y Doctor en Jurisprudencia.

Cynthia Fernanda Viteri Jiménez (Partido Social Cristiano)


Abogada, aunque se dedicó al periodismo televisivo, como presentadora de noticias. Diputada en 1998.

Abdalá «Dalo» Jaime Bucaram Pulley. (Fuerza Ecuador)


Hijo del expresidente Abdalá Bucaram Ortiz. Exfutbolista profesional. Graduado de Derecho Constitucional.

Washington Arturo Pesántez Muñoz (Unión Ecuatoriana)


Abogado. Fiscal General entre 2007 y 2011.

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