Autor: Internet Publicado: 21/09/2017 | 05:01 pm
La pregunta, obligada por los aconteceres internacionales, parece no tener una respuesta precisa que traiga comprensión y paz. El año 2016 estuvo plagado de conflictos, dramas naturales o provocados, y también de acuerdos más o menos logrados como el que debe restañar las dolorosas heridas de Colombia y el que reconoció el derecho de Irán a su desarrollo nuclear pacífico o los pequeños pasos entre una orilla y otra del Estrecho de la Florida.
Camino nada fácil es el de esta Humanidad que parece dispuesta a lograr su autodestrucción más que a construir desde la convivencia civilizada. De los muchos sucesos, resaltamos tres de magnitud global o regional, quizás los más notables, pero no los únicos.
Las relaciones internacionales todavía se basan en la injusticia, la desigualdad y el desconocimiento a la independencia y la soberanía del otro. Sin embargo, también estamos viendo el fin de un mundo unipolar y el nacimiento de uno multilateral aunque, como todo nacimiento, no sin dolor.
El año que comienza, el 2017, es centenario de una guerra terrible y de una Revolución que perdió el rumbo. Escenario histórico que debiera servir para la reflexión, la que nos lleve al fortalecimiento de la paz y de la seguridad internacional y también a cerrar una brecha que en 1979, Fidel señaló en un memorable y enjundioso discurso ante la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas y tiene absoluta vigencia: «Hemos venido a hablar de paz y colaboración entre los pueblos, y hemos venido a advertir que si no resolvemos pacífica y sabiamente las injusticias y desigualdades actuales el futuro será apocalíptico».
Tengámoslo en cuenta… Hay mucho por hacer para que el mundo se entienda.