Macri invitó al rey emérito español, pero no a los ex mandatarios de su propio país. Autor: politicaragentina.com Publicado: 21/09/2017 | 06:34 pm
TUCUMÁN, Argentina, julio 9.— El Gobierno argentino festejó el sábado en Tucumán los 200 años de la independencia de la corona de España con un acto cívico y un Te Deum católico en los que curiosamente el principal invitado fue el rey emérito español Juan Carlos I. Esta invitación suscitó críticas de sectores de la oposición y organizaciones de pueblos originarios.
El presidente Mauricio Macri encabezó las celebraciones en la capital de la norteña provincia de Tucumán, donde en 1816 un congreso patriótico de diputados declaró la soberanía sobre «toda dominación extranjera», reportó AFP.
Los actos se desarrollaron sin la presencia de ningún presidente de Latinoamérica u otra región. La Casa Rosada había previsto la visita de los mandatarios de Chile, Michelle Bachelet; de Paraguay, Horacio Cartes; y de Italia, Sergio Mattarella, que no se produjeron.
El Papa Francisco —el excardenal argentino Jorge Bergoglio— envió un mensaje, leído durante el Te Deum, en el que expresó su intención de estar «cerca de los que más sufren, los enfermos, los que viven en la indigencia, los presos, los que se sienten solos, los que no tienen trabajo y pasan todo tipo de necesidad».
El jefe de la Iglesia Católica extendió su saludo a «los que son o fueron víctimas de la trata, del comercio humano y la explotación de personas, los menores víctimas de abuso y tantos jóvenes que sufren el flagelo de la droga. Todos ellos llevan el duro peso de situaciones, muchas veces límite. Son los hijos más llagados de la patria», afirmó.
Francisco comentó que «a la madre patria no se la puede vender» y agregó que la celebración de estos 200 años «se proyecta más allá de los límites del país, hacia la Patria Grande, la que soñaron José de San Martín y Simón Bolívar».
En tanto, el presidente Macri hizo una breve mención a la gesta independentista y dedicó su discurso a la actualidad política, dominada por la inflación de 40 por ciento anual, la caída de la economía de 0,7 por ciento en el primer trimestre y un fuerte incremento de las tarifas de servicios públicos.
Desde que asumió el poder hace siete meses, tras 12 años de gobiernos kirchneristas, Macri ha tomado severas medidas que intentó justificar. «Tuvimos que tomar muchísimas decisiones, algunas fueron difíciles. Me dolieron y me siguen doliendo, si hubiera habido una alternativa para tomar otra decisión, la hubiera tomado, pero no existía», dijo sobre las alzas de precios de la corriente, el agua y el gas, que van del 200 al 2 000 por ciento.