NUEVA YORK, junio 21.— El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, enfrenta nuevamente la oposición dentro de su propio Gobierno; este martes las contradicciones le vinieron de la fiscal general, Loretta Lynch, y del secretario de Estado John Kerry, mientras el Senado rechazaba también las medidas de control de armas de fuego propuestas una vez más tras la masacre de Orlando.
Reuters afirmó que Lynch, una fiscal federal a la que Obama designó para liderar el Departamento de Justicia hace dos años, se opone a una propuesta respaldada por la Casa Blanca que permitiría a prisioneros de Guantánamo declararse culpables de cargos de terrorismo a través de una videoconferencia desde otros países, porque «violarían reglas de larga data sobre procedimientos en justicia criminal».
La acción de Lynch impide la promesa y el plan del presidente estadounidense, Barack Obama, de cerrar la cárcel de máxima seguridad de la Base Naval de Guantánamo, territorio cubano ilegalmente ocupado.
«Hubo algunas frustraciones. La principal abogada del país intervino; el Departamento de Justicia tiene jurisdicción para hacerlo», dijo un funcionario de la Casa Blanca, citado por Reuters.
Si se convirtiera en ley, el plan respaldado por Obama permitiría que sospechosos de terrorismo que se declaren culpables cumplan sus sentencias en cárceles de otro país, sin llegar a pisar territorio estadounidense. Unos 80 detenidos permanecen en un limbo judicial a largo plazo en el enclave militar estadounidense, aunque han salido unos 160 durante la administración del actual mandatario.
Por otra parte, EFE destaca que el secretario de Estado de EE.UU., John Kerry, se reunió este martes con una decena de los 51 diplomáticos que la semana pasada firmaron un documento que criticaba la política estadounidense hacia Siria y pedía ataques selectivos contra el Gobierno de Bashar al-Assad.
Kerry recibió durante una media hora a alrededor de diez de los autores del documento y mantuvo con ellos una «conversación colectiva», informó el portavoz del Departamento de Estado, John Kirby, en su conferencia de prensa diaria.
El memorándum firmado por esos diplomáticos ha generado mucho revuelo en Washington, dado que se filtró a la prensa y dejó clara la insatisfacción de parte del Departamento de Estado ante una política que no ha logrado frenar la guerra que desangra Siria, comentó la agencia noticiosa.
Además, el documento ha desatado rumores de que Kerry coincide con esas críticas, dado que, según varios medios, desde hace meses aboga por endurecer la política hacia el régimen de Al- Assad cuando el tema sale a relucir dentro de la administración de Barack Obama, agrega EFE.
El documento se remitió la semana pasada al llamado «canal de discrepancias», una inusual herramienta que el Departamento de Estado mantiene desde la guerra de Vietnam (1955-1975) para que sus empleados puedan expresar su disconformidad a las altas esferas de la diplomacia estadounidense sin temor a represalias.
La Casa Blanca dejó claro el viernes que Obama cree que «no hay solución militar posible para la crisis en Siria», y el Departamento de Estado ha subrayado que la guerra civil siria debe resolverse por la vía política.
«Pero también hemos dicho que sería imprudente e irresponsable que esta administración no considerara otras opciones, y esas otras opciones aún están siendo consideradas», opinó Kirby este martes.
Un tercer problema se destapó este martes tras conocerse que el Senado no aprobó ninguna medida para el control de armas tras el peor tiroteo masivo del país ocurrido en Orlando, Florida.
«La violencia con armas requiere más que momentos de silencio», expresó el presidente Barack Obama en Twitter. «Requiere acción. Al fallar esta prueba, el Senado le falló al pueblo estadounidense», añadió, citado por Reuters.
Anteriormente, el portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest, vilipendió en programas de televisión al Senado estadounidense por rechazar el lunes cuatro proyectos de ley que apuntaban a evitar que personas sospechosas de vínculos con militantes accedieran a armas de fuego. «Lo que vimos anoche en el Senado de Estados Unidos fue una vergonzosa muestra de cobardía», manifestó Earnest en el canal MSNBC.
Sin embargo, los senadores apuntaban a votar este miércoles leyes para expandir la capacidad de la Oficina Federal de Investigación (FBI) para implementar vigilancia secreta en investigaciones de contraterrorismo, indicó Reuters.
El atacante de Orlando, Omar Mateen, nacido en Nueva York, expresó su lealtad al Estado Islámico, entre otros grupos, durante el incidente del 12 de junio en el que mató a 49 personas e hirió a otras 53 en una discoteca frecuentada por homosexuales, antes de ser abatido por la policía.