WASHINGTON, abril 19.— La congresista demócrata Barbara Lee criticó la decisión del presidente Barack Obama de enviar más de 200 militares a Irak para ayudar a las fuerzas locales a combatir al Estado Islámico (EI).
El despliegue de esas tropas constituye en la práctica una ampliación de las acciones del Pentágono en la zona, añadió la representante por el estado de California, la única que votó en contra de la resolución del Congreso en 2001 que avaló la invasión contra Afganistán, durante la administración de George W. Bush, dijo PL.
No podemos seguir apoyando una misión mal definida y peligrosa contra el EI, con poco o ningún debate, ni la autorización del Congreso, porque el pueblo estadounidense merece una seria discusión acerca de los costos y consecuencias de una guerra sin fin, agregó Lee.
Entretanto, el presidente del Comité de Servicios Armados del Senado, el republicano John McCain, expresó su acuerdo con el refuerzo enviado a suelo iraquí, pero censuró el hecho de que este es otro ejemplo del «incrementalismo» que raras veces logra triunfar en una guerra y en este caso pudiera llevar a una derrota.
El secretario de Defensa, Ashton Carter, anunció el lunes que Washington enviará 217 soldados adicionales a Irak, con lo que el número total de efectivos en dicha nación árabe se eleva a 4 000, la mayoría en tareas de asesoría a las fuerzas locales y para garantizar la seguridad de las instalaciones estadounidenses.
La medida autoriza el empleo en el campo de batalla de helicópteros de ataque Apache para apoyar a las unidades iraquíes a retomar la ciudad de Mosul, así como a utilizar sistemas móviles de artillería terrestre.
El Pentágono autorizó, además, a sus fuerzas a desplegarse junto con unidades locales a nivel de batallones y brigadas cuando estas se trasladan hacia el campo de batalla. Anteriormente solo se les permitía acompañar a las agrupaciones locales en las jefaturas de las divisiones.
Según el diario The Hill, Lee y McCain se oponen a este «incrementalismo» por diferentes razones: la legisladora demócrata por su preocupación de que Estados Unidos se vea arrastrado a una nueva guerra de gran magnitud, como sucedió en casos similares en el pasado.
Por su parte, el Senador republicano lo hace porque —según él— las tropas no se envían con todo lo que necesitan para triunfar, aunque ambos coinciden en que la estrategia de Obama está muy mal estructurada y pudiera llevar a la derrota frente a los fundamentalistas.
La coalición militar liderada por Estados Unidos inició una campaña aérea contra el EI en Irak en agosto de 2014, acciones que se extendieron a Siria en septiembre del mismo año, en este caso sin autorización del Gobierno de Damasco.
El Congreso estadounidense tiene pendiente desde 2015 discutir un proyecto de Autorización del Uso de la Fuerza Militar, pues hasta la fecha dichas incursiones de las fuerzas armadas norteamericanas se realizan bajo la cobertura de una ley aprobada por el Capitolio tras los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001.