Salvador Allende. Autor: Archivo de JR Publicado: 21/09/2017 | 05:25 pm
SANTIAGO DE CHILE, septiembre 11.— Es difícil esconder las lágrimas, confesaban la presidenta de Chile, Michelle Bachelet, y la senadora Isabel Allende Bussi, al término de la ceremonia solemne para recordar al 11 de septiembre de 1973.
Unas tres mil personas llegaron hasta el Palacio de La Moneda para, una vez más, no dejar en el olvido un hecho que cambió la historia del país austral.
La jefa de Estado acompañó a la familia más cercana de Salvador Allende quien junto a 38 colaboradores murió en defensa de la sede del Gobierno, señala la agencia Prensa Latina.
En el trayecto estuvieron las hijas de Allende, Isabel y Carmen Paz, sus nietos Maya, Marcia y Alejandro, y otros parientes cercanos, que depositaron flores en el despacho y en el rincón especial del ex dignatario en el Palacio.
«Cuesta contener la emoción al repasar, uno a uno, los nombres de 38 compatriotas nuestros, muertos o hechos desaparecer desde este Palacio de La Moneda», dijo Bachelet en su discurso. «Cuesta, pero es nuestro deber hacerlo. Porque sin memoria no hay presente con sentido ni futuro con esperanza», agregó.
La gobernante remarcó que al conmemorar 42 años de una tragedia «que desgarró el alma de Chile», se comprende que un país de todos solo se construye si es capaz de reconocer su propia historia y de tener un juicio moral compartido.
«Y ese juicio es uno solo: ¡nunca más el poder de la muerte, sólo el de la vida!», enfatizó.
En las afueras de La Moneda, miles de ex prisioneros políticos y familiares de víctimas de la dictadura se concentraron alrededor de la estatua de Salvador Allende, con fotos y lemas en reclamo de justicia y verdad.
Exigimos el fin de la impunidad, que terminen los privilegios y los pactos de silencio, denunció Lorena Pizarro, Presidenta de la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos.,
Diversas actividades seguirán en la fecha hasta el final de la tarde, cuando significativamente Santiago de Chile se recoge, los comercios cierran y pocos centros recreativos permanecen abiertos.
Paladín de la libertad
Al recordar este viernes el aniversario de la muerte del presidente Salvador Allende, el embajador de Chile en Rusia, Juan Eduardo Eguiguren, afirmó que el 11 de septiembre representa un momento de pérdida y dolor para su país.
Después de 42 años de aquellos acontecimientos, «debemos recordar con nuestra actual mandataria, Michelle Bachelet, que aquel golpe militar significó la quiebra de la sociedad chilena, situación que no debe repetirse nunca más», sostuvo Eguiguren.
Durante la velada organizada por el Centro Memorial Salvador Allende de Moscú y el Partido Comunista de la Federación de Rusia, al pie de la tarja de mármol rojo que marca el inicio de una calle moscovita con el nombre de Allende, el embajador reconoció la solidaridad hacia sus compatriotas y subrayó que la tragedia del 11 de septiembre de 1973 también obliga a valorar la democracia que hoy tiene Chile.
En particular, agradecemos a nuestros amigos rusos que en esta tierra acogieron a miles de chilenos con ese sentimiento solidario, tan pleno de ellos, lo cual permitió que se sintieran como en una segunda patria.
Por su parte, el titular del Centro Memorial, Manuel Pincheira, significó que el estadista elegido por la Unidad Popular chilena prefirió morir en combate que claudicar en sus ideales socialistas, lo cual devino un ejemplo en el combate contra los fascistas encabezados por Augusto Pinochet.
Mientras, en representación de Venezuela, el embajador Juan Vicente Paredes expresó que su país hoy respeta más que nunca a Allende, a quien calificó de paladín de la libertad, de la justicia, y cuyo legado jamás deberá caer en el olvido.
Hoy, cada nación latinoamericana tiene sus propios problemas, pero debemos mirar hacia el frente en busca de igualdad, independencia, y lo más importante, paz entre los pueblos, concluyó.
El cantautor español Joan Manuel Serrat también evocó hoy los ideales de justicia social del presidente chileno Salvador Allende al advertir que Europa está sometida a una gran prueba de solidaridad con los refugiados.
El asesinato del presidente chileno constituyó la muerte de un gran sueño, afirmó Serrat durante un acto de recordación a Allende en España organizado por partidos de izquierda y autoridades municipales con la presencia de la alcaldesa Ada Colau.
La presencia de Colau devolvió a la conmemoración, realizada en la plaza Allende del barrio barcelonés del Carmel, el carácter institucional retirado por el anterior alcalde, Xavier Trías del partido independentista Convergencia Nacional de Cataluña (CDC), señala la agencia Prensa Latina.
Colau destacó en declaraciones a reporteros los valores de la libertad y los derechos fundamentales, y calificó de vergüenza que un acto ciudadano de recordación al presidente chileno perdiera el apoyo institucional en el anterior mandato municipal.
Este —dijo— es un justo reconocimiento a la figura de Allende y a las miles de personas torturadas y asesinadas por defender la libertad y los derechos de todo el mundo.
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