Tras el «pinchazo» al teléfono de la Merkel, la lista de los espiados se extiende. Autor: EFE Publicado: 21/09/2017 | 06:13 pm
BERLÍN, julio 2.— Los servicios de Angela Merkel «invitaron» el jueves al Embajador de Estados Unidos a explicarse por las últimas revelaciones de Wikileaks, según las cuales la agencia de inteligencia estadounidense espió a varios ministros alemanes.
John Emerson fue invitado «a una conversación» sobre las nuevas revelaciones que están siendo examinadas y provocaron también la reacción del ministro de Finanzas, Wolfang Schuble, cuyo número telefónico —heredado del anterior titular, Oskar Lafontaine— está en la lista de la Agencia Nacional de Seguridad (NSA) de Estados Unidos.
Schuble reclamó una aclaración y lamentó que «los servicios estadounidenses hayan perdido un poco de vista el sentido de la mesura», cita el diario Bild, aunque también aseguró que «las comunicaciones importantes» en el Ministerio alemán de Finanzas se hacen por canales «asegurados» y las actividades de la NSA son «uno de nuestros problemas menores».
Las relaciones entre Berlín y Washington se vieron seriamente afectadas después de que el ex empleado de la NSA Edward Snowden revelara en 2013 un sistema de vigilancia masivo por parte de Estados Unidos a numerosas empresas y Gobiernos extranjeros, incluyendo un teléfono de la Canciller, recuerda AFP.
Más recientemente, Berlín pasó del banquillo de las víctimas al de los acusados: según la prensa alemana, los servicios de inteligencia alemanes (el BND) habrían espiado a petición de la NSA a responsables del Gobierno francés y de la Comisión Europea.
Por su parte, agrega la agencia noticiosa francesa, Merkel siempre ha defendido la cooperación con la NSA y la necesidad del trabajo de inteligencia, principalmente frente al «terrorismo».
Por su parte, EFE reportó desde Washington que Estados Unidos insistió este jueves en que su relación con Alemania sigue siendo «sólida» y la cooperación bilateral no se verá afectada por las renovadas tensiones en torno al espionaje estadounidense, que han vuelto a irritar al Gobierno germano y que incluyeron en esta ocasión las escuchas al Banco Central Europeo (BCE).
El portavoz del Departamento de Estado de EE.UU., John Kirby, se negó a confirmar la veracidad de las revelaciones de Wikileaks, al indicar que la política estadounidense es la de «no comentar sobre las acusaciones específicas de inteligencia», apuntó EFE.
El espionaje estadounidense se puso de manifiesto en unos cables confidenciales publicados por el periódico Süddeutsche Zeitungque que han provocado el nuevo encontronazo entre Berlín y Washington.
Las escuchas a 69 números telefónicos de ministerios recién reveladas comenzaron en los años de 1990 y se orientaron especialmente hacia el ámbito económico y comercial alemán.