El joven argentino Fernando Quiroga. Autor: Yisell Rodríguez Milán Publicado: 21/09/2017 | 06:06 pm
CIUDAD DE PANAMÁ.— El joven argentino Fernando Quiroga estuvo en la Mesa de Gobernabilidad democrática y participación ciudadana en su condición de miembro de la organización La Cámpora, y quizá cuando salió de su nación conosureña como delegado al Foro de las Juventudes de la VII Cumbre de las Américas no pensó que los debates tomaran el rumbo que llevó a resultados que pueden hablar del real mundo de este continente.
Esos logros los compartió en un aparte con Juventud Rebelde, luego de que uno de los muchachos propusiera: «Vamos a tomarnos una foto los que somos de la Celac». La alusión a la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños opacaba a la OEA, organizadora de este foro que se ha ido caracterizando por la confrontación de ideas, aunque no fue fácil desde las izquierdas ser reconocidos con una credencial.
Los muchachos de la Celac se hicieron fotos a instancias de una delegada de Venezuela.
«La declaración de base del Foro de las Juventudes tenía puntos bastante consolidados con una agenda más bien neoliberal, donde todos los ejes giraban en torno a la corrupción y transparencia, más propio de la agenda de la derecha», apuntó sobre lo que estaba evidentemente planificado.
«Entonces, todo lo relacionado con el título de la mesa —Gobernabilidad democrática y participación ciudadana— se usaba solamente para acusar a los gobiernos de actos de corrupción y exigir «transparencia», que es una crítica utilizada por la derecha para acusar a países como la Argentina, y a Cuba misma, entre otros».
«Pero ese criterio original fue bastante cuestionado y se logró revertir -—señala Quiroga—, aunque no se eliminó esa idea, que igual está en el documento», pero sin emplazar a ningún gobierno en particular. Sin embargo, «se logró agregar dos importantes cuestiones: la participación social y la no injerencia externa».
Fernando Quiroga es categórico al afirmar: «Fue muy importante que estuvieran representada la sociedad civil de Cuba y de Venezuela para compensar las posiciones neoliberales en temas políticos y sociales.
«En las otras comisiones también se sintió la presencia de Cuba y pidieron la no injerencia, la soberanía plena», asegura el dirigente camporista argentino, quien valoró positivamente que además se lograra la presencia de la representación popular de sectores para los que no estaban concebidos estos espacios y sí la Cumbre de los pueblos.
«Argentina, Cuba, Venezuela y otros de nuestra región pudimos compensar una posición con la otra», y ese espíritu que pudo penetrar el valladar ideológico quedó como constancia en la imagen que unió, más que a amigos nuevos, a compañeros de un viaje constructor de posibilidades mejores para todos, no para una élite que quieren presentar como los emprendedores.