El Rey de Ife, en la foto, es uno de los más ricos de Nigeria. Autor: 20minutos Publicado: 21/09/2017 | 06:04 pm
Nigeria es el país más poblado de África —y el séptimo del mundo, con más de 165 millones de habitantes—, era un puzzle de pequeños reinos tribales antes de ser conquistada y rebajada a la condición de colonia por el Reino Unido. Tras la independencia, que se formalizó en 1963, el país decidió mantener algo de aquel andamiaje —la división administrativa es de 36 estados— para intentar evitar los enfrentamientos entre etnias. De esta forma se convirtió en la nación del mundo con más reyes y reinos, casi ochenta.
El reportero George Osodi, quizá el más conocido de los fotógrafos nigerianos —sobre todo por su trabajo sobre la salvaje extracción sin contemplaciones ni control de petróleo en el delta del río Níger, con reservas de 15 600 millones de barriles—, muestra la proliferación de monarquías retratando desde dentro la vida de una veintena de reyes.
Olubuse II, rey de Ife, en uno de los salones de su palacio.
Donokoromo II, rey de Isaba
Jimoh Oyetunji Olanipekun Larooye II, rey de Osogboloand
Las fotografías de Osodi, según explica el reportero, pretenden mostrar la «diversidad de Nigeria» y, más allá de los retratos, explorar el ambiente en el que viven los protagonistas, que actúan como «custodios de la herencia sociocultural del país» y «pacificadores» en asuntos civiles, en los que median entre individuos y también en conflictos de importancia menor entre los súbditos y la administración. La función de los reyes no es meramente nominal: su estatus como líderes étnicos y políticos está reconocido por la constitución de Nigeria y sus funciones van de las meramente protocolarias hasta la de servir como intérpretes al inglés, idioma oficial de la república, de los dialectos tribales.
Recepción real de Alhaji Ado Bayero, emir de Kano
Shehu Idris, emir de Zauzau
Los monarcas son «un espejo de las ricas tradiciones del país», añade Osodi, que resalta la función de los reyes como elementos que «ayudan a mantener la unidad y, en ningún caso, fomentar la división» entre los nigerianos. Algunos de los reyes son descendientes de monarquías que existen desde los tiempos de la esclavitud y otros proceden de dinastías de la época de dominación colonial.
Otro de los muchos reyes nigerianos , Lucky Ochuko Ararile, monarca de Umiaghwa Abraka
Su Majestad Real Agbogidi Obi James Ikechukwu Anyasi II, Obi (Rey) de Idujume Unor
Gracias a su fama como reportero, Osodi logró acceder a los palacios reales, espacios que habitualmente están vedados a la entrada de visitantes. Las fotos muestran a monarcas posando en ricamente ornamentados vestuarios reales, sentados en los tronos, rodeados de sus consejeros en juntas de debate o posan con sus varias esposas. Pese a que mantienen portes regios y son tratados y venerados como líderes de sus comunidades, hay notorias diferencias entre los monarcas nigerianos: algunos circulan en Rolls Royce oficiales, como el emir de Kano, Alhaji Ado Abdullahi Bayero, y otros llevan una vida menos ostentosa. Sólo hay una reina, Hajiya Hadizatu Ahmedu, monarca de Kubwada, que aparece retratada ante unas humildes viviendas de adobe.
La reina Hajiya Hadizatu Ahmedu, monarca de Kubwada
Con información de 20minutos.es