VIENA, septiembre 7.— La Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE) prepara este domingo condiciones para una reunión especial sobre la crisis en Ucrania, a donde debe enviar más observadores para supervisar un acuerdo de cese de hostilidades, reporta PL.
El organismo con sede en esta capital y formado por 56 estados, deberá duplicar el número de especialistas presentes en el sureste ucraniano y pasar de los 260 actuales a cerca de 500, destaca un comunicado oficial.
La cita especial de mañana también abordará todo lo relacionado con la puesta en práctica de un plan de 12 puntos acordado esta semana en Minsk para iniciar un proceso de paz en las regiones surorientales ucranianas de Donetsk y Lugansk.
Desde abril pasado, el ejército y la Guardia Nacional, integrada en su mayoría por paramilitares neofascistas, realizan una cruenta ofensiva en las citadas regiones, con saldo de unos dos mil 600 muertos, en su mayoría civiles, y más de 10 mil heridos.
El arreglo para poner en práctica ayer una tregua incluye el otorgamiento de un estatus especial de autogobierno a Donetsk y Lugansk, elecciones locales en esas dos provincias y un canje de prisioneros por el principio todos por todos y sin condiciones.
Además, se demanda la salida de todas las formaciones armadas de Donetsk y Lugansk, un punto que los milicianos federalistas consideran atañe a la Guardia Nacional, a la cual califican de ilegal, destaca un comunicado de la OSCE.
La avenencia también prevé la creación de una zona de seguridad bajo supervisión internacional en la frontera entre Ucrania y Rusia, que desconoce al gobierno ultraderechista instalado en Kiev, tras un golpe de estado en febrero pasado con apoyo de los neofascistas.
En la reunión de mañana, el secretario general adjunto de la ONU para Asuntos Políticos, Jeffrey Feltman, y el de Derechos Humanos, Ivan Simonovic, presentan sendos informes sobre la situación en Ucrania.
Moscú denunció en su momento la parcialidad de otros documentos presentados por especialistas de derechos humanos de la ONU que intentaron crear una imagen negativa de las acciones de grupos de autodefensa en el sureste ucraniano.
Las milicias federalistas abogan por una mayor estatus del idioma ruso y más soberanía, entre otras demandas.