Militantes del EIIL ondean su bandera sobre un punto de control del ejército iraquí tomado en Saladdin. Autor: AFP Publicado: 21/09/2017 | 05:51 pm
BAGDAD, junio 26. —El secretario británico de Asuntos Exteriores, William Hague, alertó este lunes del peligro de que el extremismo religioso se propague a todo Medio Oriente, mientras milicias islamistas prosiguieron su ofensiva tras capturar un importante enclave energético.
Al igual que expresó hace dos días en esta capital el secretario de Estado norteamericano, John Kerry, Hague consideró que Iraq encara una «amenaza existencial» a la que se añaden las enormes implicaciones para el futuro y la estabilidad de esta nación árabe.
En una visita relámpago a Bagdad, el jefe de la diplomacia de Reino Unido discutió con el primer ministro Nouri Al-Maliki la situación de seguridad deteriorada desde el pasado 10 de junio, cuando iniciaron las acciones del Estado Islámico de Iraq y el Levante (EIIL) y sus aliados sunnitas.
Asimismo, calificó de «preocupante» el panorama iraquí, dada la incapacidad de las fuerzas de seguridad y del Ejército gubernamentales de sofocar el alzamiento de fundamentalistas sunnitas, que dominan ciudades importantes y estratégicas desde el punto de vista económico y energético.
Los milicianos del Daesh, término árabe para aludir al EIIL, tomaron desde hace dos semanas Mosul, capital de la norteña provincia de Nínive y segunda ciudad del país, además de Tikrit, cabecera de la demarcación de Salaheddin, Suleiman Bek, y otros poblados en la frontera con Siria.
En opinión de Hague, el factor más importante que determinará si Iraq puede o no superar el actual desafío es la unidad política, en alusión a un gobierno de salvación nacional que incluya a la mayoría chiita, representada por Al-Maliki, y a minorías como la sunnita, los kurdos y cristianos.
Señaló que para Londres la «prioridad inmediata» es la formación del gabinete con apoyo de todo el pueblo y trabajar para detener las operaciones del EIIL. «Debemos ayudar y alentar a los líderes iraquíes a dejar atrás las disputas sectarias y unir a todos los partidos políticos», acotó.
Además de Al-Maliki, el secretario de Asuntos Exteriores viajará a la región autónoma del Kurdistán iraquí para dialogar con su presidente, Massoud Barzani, cuya comunidad kurda es vista por algunos analistas como elemento de convergencia entre sunnitas y chiitas.
Entretanto, milicianos del Daesh aseguraron haber capturado hoy cuatro importantes yacimientos de gas natural tras ocupar la localidad de Mansouriyah Al-Jabal, situada a una hora de Bagdad y escenario de fieros combates durante la pasada noche y las primeras horas del jueves.
Junto a la presión de Hague, el clérigo chiita radical Moqtada Al-Sadr, rival político del también chiita Al-Maliki, llamó a formar un Gobierno con «nuevas caras», sin descartar a representantes sunnitas, kurdos y turkmenos.
A la vez, la Presidencia anunció la primera sesión del Consejo de Representantes (parlamento iraquí) para discutir concretamente la formación del nuevo Ejecutivo, cuya membresía debe responder al resultado de las elecciones legislativas del pasado 30 de abril.