Santos y Zuluaga se disputan la Casa de Nariño. Autor: www.coveralia.com Publicado: 21/09/2017 | 05:50 pm
BOGOTÁ, junio 14.— En medio del fervor por la primera victoria de sus nacionales frente a la selección de Grecia en el Mundial de Fútbol Brasil 2014, los colombianos acudirán a las urnas este domingo para elegir a su Presidente en segunda vuelta, jornada en la que se espera acuda a votar un porcentaje mayor al que asistió el 25 de mayo.
Unos 32,9 millones de colombianos están habilitados para elegir al presidente y vicepresidente que regirán los destinos de este país sudamericano en el período 2014-2018, informó EFE.
Los candidatos en este balotaje son el actual presidente Juan Manuel Santos y Oscar Iván Zuluaga, del uribista movimiento Centro Democrático y que ganó la primera vuelta, con una ventaja de cerca de 500 000 votos frente al mandatario, quien busca su reelección.
Se espera que en el balotaje vote más del 38,72 por ciento del electorado, lo cual significó entonces un nivel de abstención de más del 60 por ciento, uno de las más altos en los últimos 20 años.
Las autoridades colombianas ultimaron este sábado las medidas de seguridad y control que estarán vigentes hasta el próximo lunes. El Ministerio de Defensa desplegó más de 437 000 hombres para que custodien los 10 642 centros de votación habilitados.
El Gobierno también prohibió durante seis días el porte de armas, instaló la ley seca y el cierre de las fronteras con Venezuela, Brasil, Perú, Ecuador y Panamá hasta tanto finalicen los comicios, que serán presenciados por cerca de 5 000 observadores electorales, entre nacionales e internacionales, así como por un centenar de fiscales dispuestos a atender cualquier irregularidad o denuncia.
La representante de la organización colombiana Ruta Pacífica de las Mujeres, Marina Gallego, afirmó que el candidato que gane las elecciones presidenciales tiene que continuar los diálogos de paz que se siguen en La Habana con la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo (FARC-EP) y así lo exigirán.
En declaraciones a Prensa Latina, la líder feminista apuntó que ese proceso no puede romperse porque tendría grandes costos políticos para el país.
Pase lo que pase, dijo, seguiremos reclamando la paz y el presidente que rompa el proceso tendrá que respondernos por las siguientes muertes que haya y por todo lo que suceda.