El enviado especial de la ONU y la Liga Árabe para Siria, Lajdar Brahimi, recibirá al viceministro de Exteriores ruso, Guennadi Gatílov, y la subsecretaria de Estado norteamericana, Wendy Sherman, para tratar de sacar del estancamiento las actuales negociaciones de paz, indica Telesur.
La sede de la Organización de Naciones Unidas (ONU) en Ginebra, al oeste de Suiza, alberga este jueves una reunión trilateral entre delegados de alto nivel de Rusia, Estados Unidos y el mediador internacional para Siria, Lajdar Brahimi, con el objetivo de negociar una salida pacífica al conflicto armado que vive la nación árabe desde marzo de 2011.
En el encuentro participarán el enviado especial de la ONU y la Liga Árabe para Siria, Lajdar Brahimi; el viceministro de Exteriores ruso, Guennadi Gatílov; y la subsecretaria de Estado norteamericana, Wendy Sherman; quienes buscarán sacar del estancamiento las negociaciones de paz iniciadas en enero pasado.
Aunque inicialmente la cita estaba prevista para el día viernes, fue adelantada con el fin de tratar de acelerar el paso de un proceso de diálogo que, hasta la fecha, no ha rendido frutos, debido a las diferencias existente en tre Damasco y los grupos armados.
Antes del encuentro, el Vicecanciller ruso advirtió que su país vetará cualquier proyecto de resolución que sea presentado ante el Consejo de Seguridad y que contemple o sirva de base para el uso de la fuerza contra Siria.
Gatílov también denunció que el proyecto de abrir los llamados «corredores humanitarios» en Siria es «absolutamente unilateral» y su objetivo es «socavar el proceso de paz» y «crear excusas para regresar al guión militar».
En ese sentido, el diplomático ratificó que el pilar para el diálogo es el comunicado de Ginebra I, adoptado en junio de 2012, el cual indica que «todas las decisiones deben ser tomadas sobre bases mutuamente aceptables».
Las negociaciones comenzaron en la ciudad suiza de Montreux el 22 de enero y prosiguieron del 24 al 31 en Ginebra, con la participación de las delegaciones de Damasco y de la autodenominada Coalición Nacional de Oposición Siria. Esta ronda culminó sin grandes progresos.
Luego de una pausa de 10 días, el proceso se reanudó esta semana, pero el propio Brahimi volvió a admitir que «no se han logrado muchos avances» respecto a la primera ronda.
Por un lado, el Gobierno del presidente Bashar al-Assad considera que para resolver el problema de la violencia y el terrorismo en Siria es indispensable disolver los grupos de mercenarios, y luego abordar el resto de los temas.
Por su parte, la delegación opositora demanda que el primer paso debe ser la dimisión de Al-Assad para después formar un Gobierno de transición, sin la presencia del actual Mandatario.