CARACAS, diciembre 5.— La policía federal mexicana y soldados, se encuentran vigilando desde la noche de este miércoles la zona rural donde fue abandonado el cargamento robado de cobalto 60 radiactivo.
El director de la Comisión Nacional de Seguridad Nuclear y Salvaguardias (CNSNS), Juan Eibenschutz, infomó este miércoles por la noche que la tarea de trasladar el material a un contenedor especial y transportarlo a un centro de manejo de desperdicios peligrosos puede durar dos días.
«Es una operación muy delicada», dijo Eibenschutz. «Lo que es importante es que el material se localizó y el lugar está bajo vigilancia para garantizar que nadie se acerque».
El material radiactivo fue encontrado en un paraje despoblado de la comunidad de Hueypoxtla, al este del estado de México, a unos 40 kilómetros de donde fue robado el camión este lunes, y que puso en alerta a autoridades de varios estados del país.
Mardonio Jiménez, físico y director de supervisión operativa de la misma comisión, comentó que es la primera ocasión que es robado este tipo de material radiactivo y que es extraído de su contenedor.
Aseguró que el único riesgo es para cualquier persona que haya abierto el contenedor y sacado el cobalto 60, que tiene forma de pequeñas esferas, quien queda irradiada.
«La persona o las personas que hayan sacado eso están en un riesgo muy grande de fallecer», dijo Jiménez. Afirmó que la persona que tiene contacto con el radioisótopo queda irradiada, pero que no es por sí misma una fuente de contaminación para otras personas.
«No hay riesgo de contaminación», dijo.
Comentó que hasta ahora no ha habido reportes de personas que hayan ingresado a hospitales con alguna reacción.
Policías federales y militares establecieron un perímetro de seguridad de 500 metros alrededor del sitio donde se localizó el cobalto 60, el cual estaba originalmente dentro de un contenedor instalado en una pieza de equipo médico en desuso.
La AIEA advierte sobre el cargamento
La Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA), aseguró este jueves que la población mexicana no corre ningún riesgo tras el robo de material médico radioactivo extremadamente peligroso, ya recuperado.
«En base a la información disponible, las autoridades mexicanas y la AIEA creen que la población está a salvo y continuará segura», dijo el organismo de vigilancia atómica de Naciones Unidas (ONU), a través de un comunicado.
«Si este tipo de fuente no se maneja con las medidas de seguridad y protección adecuadas, puede causar daños permanentes a la persona que lo sujeta o que está en contacto con ella durante algunos pocos minutos», aseguró el organismo.
La furgonta con la leyenda «Transportes Ortiz» salió de la ciudad fronteriza norteña de Tijuana el 28 de noviembre y se dirigía hacia un centro de desechos radioactivos en el Estado de México, pero el chofer se detuvo a descansar en una gasolinera en la comunidad de Tepojaco, en el estado central de Hidalgo, según dijo el propio conductor Valentín Escamilla Ortiz a las autoridades.
El hombre dijo que dormía dentro del camión cuando dos individuos con armas de fuego se acercaron a la unidad en horas de la madrugada de este lunes. Los delincuentes lo hicieron bajar, le ataron de pies y manos, y lo abandonaron en un terreno baldío cercano.
El equipo, utilizado para radioterapia, pertenecía al Instituto Mexicano del Seguro Social y estaba fuera de uso.