Washington, octubre 30.— Estados Unidos rechazó categóricamente las acusaciones sobre el espionaje de las comunicaciones en Europa, y señaló a aliados como Francia y España de recolectar masivamente la información de inteligencia.
Así lo manifestó el director de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA), general Keith Alexander, en una audiencia en la Comisión de Inteligencia de la Cámara de Representantes de EE.UU., donde fue categórico al indicar que los servicios secretos españoles y franceses suministraron a la agencia que dirige toda la información, la que no solo fue reunida en esos países, sino en diferentes puntos que catalogan de «conflicto internacional».
Las declaraciones de Keith confirman lo que ya había afirmado el ex consultor de la NSA, Edward Snowden, al principio de sus revelaciones, en una entrevista publicada en julio por el rotativo alemán Der Spiegel: los agentes de la NSA «trabajaban de la mano con los alemanes y la mayoría de los Estados occidentales».
Para justificar a la NSA ante las acusaciones de espionaje masivo e indiscriminado que ha destapado una ola de reclamos a la Casa Blanca por parte de sus socios europeos, su jefe apuntó: «Para ser perfectamente claro: esta no es información sobre ciudadanos europeos (…) Se trata de información que nosotros y nuestros aliados de la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte) hemos obtenido conjuntamente para la protección de nuestros países y en apoyo de nuestras operaciones militares».
El Gobierno francés se mostró este miércoles escéptico ante la explicación dada por Keith. «El desmentido del Director de la NSA parece poco creíble», consideró la portavoz gubernamental Najat Vallaud-Belkacem, quien apuntó además, citada por DPA, que para el Gobierno galo se necesita «mayor claridad sobre las prácticas de los servicios secretos estadounidenses».
«Debemos arrojar luz sobre las prácticas del pasado, para que las cosas puedan mejorar», añadió, y consideró que esto vale tanto para la política y la economía, como para la protección de datos personales.
Sin embargo, el diario francés Le Monde aseguró este miércoles que París proveyó datos de los usuarios galos a la NSA, en base a un acuerdo secreto «de amistad» para el intercambio de informaciones, muy similar a otro que Washington mantiene también con Italia, Israel y Suecia.
Según Le Monde, este sistema de intercambio con EE.UU. está en vigencia desde finales del 2011 o inicios de 2012, y las informaciones son enviadas en bloque, «sin una selección» previa, cita AFP.
Por otra parte, la delegación del Parlamento Europeo regresaba este miércoles a Bruselas sin despejar sus dudas acerca de los programas de espionaje masivo por parte de la NSA, tras una visita de tres días en la que se entrevistaron con funcionarios y congresistas en Washington, según EFE.
Este miércoles también trascendieron nuevas revelaciones sobre el espionaje indiscriminado e ilegal de Washington. El semanario alemán Stern afirmó que unas 30 empresas estadounidenses llevan a cabo operaciones de espionaje en Alemania, ayudando principalmente en el análisis de escuchas o en la coordinación de misiones de agentes secretos.
Paralelamente, según informaciones del semanario Panorama —que serán publicadas en su edición de hoy jueves— EE.UU. espió incluso al Vaticano y al Papa, reportó EFE.
No obstante las acusaciones mutuas entre europeos y Washington, en plena tensión diplomática, el jefe de la NSA propuso el miércoles «sentarse» con autoridades europeas para cooperar mejor en materia de ciberseguridad y antiterrorismo.
El general estadounidense Keith Alexander, quien según AFP se negó a hablar durante una conferencia en Washington sobre las acusaciones contra la NSA, mencionó al ex encargado de la inteligencia interna francesa (DCRI), Bernard Squarcini, quien según él, afirmó que todos espían a todos.
«Suponemos que Squarcini tiene razón, que todo el mundo espía a todo el mundo. La verdadera pregunta es: ¿Qué es lo que realmente puede dañar a nuestros países? Estamos de acuerdo con decir que es el terrorismo y las amenazas en Internet», dijo.
Para el general estadounidense, «esta alianza con Europa es absolutamente importante. Pero esto tiene que realizarse con todos en torno a una mesa haciendo a un lado todo sensacionalismo».
«Tengo buenos aliados en Francia, en Alemania, y en el resto de Europa. Tenemos que sentarnos en una mesa porque debemos resolver estos problemas de terrorismo y ciberamenazas», apuntó.