SANTIAGO DE CHILE, mayo 30.— La Confederación de Estudiantes de Chile (Confech) anunció hoy que mañana evaluará las proyecciones del movimiento estudiantil durante el presente año, caracterizado por varias protestas contra el sistema educativo del país, informó PL.
Analizaremos principalmente nuestras proyecciones y palparemos el estado actual de movilización, dijo Andrés Fielbaum, presidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile.
En las últimas semanas muchas universidades y facultades se retiraron de las movilizaciones programadas y queremos hacer un recuento de cuál es el estado actual, porque es fundamental que junio sea un mes bien movilizado, añadió el dirigente estudiantil.
A las 12 universidades congregadas desde la semana pasada se sumaron la Católica de Valparaíso y la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la de Chile.
La cita sabatina en la universidad capitalina Alberto Hurtado revisará además la repercusión de la baja convocatoria que tuvo la última marcha organizada por los estudiantes secundarios, además de hacer un conteo de los planteles que aún se encuentran reclutados.
Según la Asamblea Coordinadora de Estudiantes Secundarios (ACES), cinco colegios en la Región Metropolitana y tres en regiones permanecen tomados.
La vocera de esa entidad, Isabel Salgado, recordó que las manifestaciones se dan porque no han tenido respuesta a sus demandas por parte del gobierno con el cual no han podido aún dialogar.
El mejoramiento de infraestructura, críticas al manejo de autoridades o mayor participación en la decisión de los establecimientos son algunos puntos rojos en la agenda de las demandas de los educandos.
En respuesta al silencio gubernamental ante nuestras demandas y su falta de su voluntad política, nosotros como movimiento social estamos fortaleciendo la organización, dijo Salgado.
Las protestas estudiantiles en Chile datan del 2011 y tienen como objetivo la reformulación del modelo educativo vigente implantado durante la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990), y que redujo el aporte del Estado encareciendo el costo de los estudios.
Actualmente, solo 25 por ciento del sistema educativo es financiado por el Estado, mientras que los estudiantes aportan el otro 75 por ciento.
Tras la movilización de 2006, conocida como la «Revolución pingüina», la Ley Orgánica Constitucional de Enseñanza, concebida bajo la administración pinochetista fue reemplazada en 2009 por la Ley General de Educación, pero sin cambios significativos.