El movimiento juvenil egipcio 6 de Abril convocó a protestas mañana en todo el país tras la ola de disturbios del fin de semana en los cuales una persona murió y 216 sufrieron heridas, informa PL.
Las manifestaciones conmemorarán el derrocamiento del ex presidente Hosni Mubarak y demandarán la renuncia del actual mandatario Mohamed Morsi, por su responsabilidad en la muerte de manifestantes y «las torturas a opositores», dijo un miembro de la Corriente Popular, uno de los partidos afiliados al Frente de Salvación Nacional.
El 11 de febrero de 2011, Mubarak- quien contó con el apoyo de Estados Unidos hasta que su posición resultó insostenible- fue obligado a renunciar tras 18 días de protestas masivas en esta capital y otras ciudades del país en las que murieron más de 800 personas, según recuentos coincidentes.
Por su parte, un portavoz del Ministerio de Salud dijo que la mayor cantidad de heridos en los choques del viernes pasado entre policías y protestantes se reportó en la ciudad septentrional de Tanta, donde existe un importante santuario de la minoría islámica sufí.
Asimismo, los lesionados por las batallas callejeras frente el Palacio Presidencial en el distrito capitalino de Heliópolis dejaron un saldo de 14 heridos, añadió la fuente, que además reportó internados en hospitales en las ciudades de Alejandría, Suez, Port Said e Ismailia.
La relación de detenidos durante los disturbios incluye 93 personas, algunas de las cuales trataron de asaltar las sedes de la Dirección de Seguridad y de la gobernación y una comisaría en Tanta, donde los disturbios se extendieron 13 horas, acorde con reportes de la agencia noticiosa oficial MENA.
En la convocatoria de las marchas para mañana los organizadores citaron a concentrarse en la Plaza Tahrir, copada hace más de dos meses por una vigilia opositora, y a marchar hacia el Palacio Presidencial, donde los choques de las últimas semanas han llegado a adquirir ribetes de batallas campales.
El viernes pasado la policía antimotines y los custodios de la residencia ejecutiva emplearon con profusión gases lacrimógenos y chorros de agua a presión para detener a manifestantes que trataron de penetrar en el perímetro de la edificación, de estilo árabe clásico.