Con dolor los guatemaltecos dieron el último adiós a las víctimas del sismo. Autor: Getty Images Publicado: 21/09/2017 | 05:27 pm
GUATEMALA, noviembre 9.— Las comunidades rurales del noroeste de Guatemala, las más pobres y vulnerables del país, luchaban este viernes por volver a la normalidad con la ayuda de miles de socorristas, soldados y la solidaridad de otros países, cuando otro sismo de 4,5 grados en la escala de Richter estremeció el suroccidental departamento de San Marcos, el más afectado por el terremoto ocurrido hace dos días, segundo en intensidad después del de 1976.
El nuevo temblor fue sensible solo en San Marcos y su epicentro se ubicó a 264,5 kilómetros al oeste suroeste en el Océano Pacífico, frente a las costas de México, informó el Instituto Nacional de Sismología, Vulcanología, Meteorología e Hidrología (Insivumeh). Ese territorio es uno de los siete declarados por el Gobierno guatemalteco en estado de calamidad aparte de Quetzaltenango, Quiché, Huehuetenango, Retalhuleu, Sololá y Totonicapán.
Esa medida, con 30 días de vigencia en esos lugares, se aplica para evitar o reducir posibles perjuicios ante cualquier emergencia, señala el artículo 15 de la Ley de Orden Público.
Según datos preliminares ofrecidos por el presidente Otto Pérez Molina, 1 249 781 individuos resultaron damnificados de una u otra manera luego del movimiento telúrico del pasado 7 de noviembre.
Guatemala cuenta con 60 millones de dólares provenientes de préstamos internacionales para mitigar los estragos ante la emergencia, aseveró Pérez Molina.
Este viernes comenzó el levantamiento casa por casa de las zonas impactadas para cuantificar los daños materiales.
Alejandro Maldonado, secretario ejecutivo de la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres, anunció la entrega a damnificados de 152 toneladas de ayuda humanitaria con productos de aseo personal, alimentos imperecederos y agua potable. Guatemala decretó tres días de duelo nacional.