Aunque se desconocen las causas del incendio, el director de Centros Penales de Honduras, Danilo Orellana afirmó que no se trató de un motín. Autor: Getty Images Publicado: 21/09/2017 | 05:17 pm
TEGUCIGALPA, febrero 15.— El presidente hondureño, Porfirio Lobo, ordenó suspender a las autoridades de la cárcel de la ciudad de Comayagua, a 100 kilómetros al norte de esta capital, donde este miércoles murieron 375 presos a causa de un incendio que se desató por causas aún por investigar.
Lobo también exigió la destitución del director del sistema nacional de centros penales de este país centroamericano, el comisionado Danilo Orellana, según la Radio Nacional de Honduras citada por PL.
El mandatario adelantó que formarán una comisión independiente para investigar lo sucedido, mientras la ciudadanía baraja la idea de que la elevada cifra de muertos responde a disparos de armas de fuego de los policías y a su negativa a abrir las celdas pese a la fuerza del fuego.
Otras versiones culpan del hecho a un cortocircuito en los redes de cables eléctricos diseminados por la penitenciaría, sin la debida seguridad, y a la quema accidental de un colchón por un preso que fumaba un cigarro.
Detenidos sobrevivientes aseguraron que poco después de iniciado el incendio, los guardias comenzaron a disparar contra los que pretendían salvar su vida de las llamas, que impactaron a los dos módulos del recinto.
El ministro de Seguridad, Pompeyo Bonilla, expresó que hasta el momento la cifra de fallecidos supera los 300, pero autoridades sanitarias concuerdan en que el número deberá elevarse en las próximas horas debido a la cantidad de heridos.
El vocero de los bomberos de Comayagua, Josué García, calificó de «dantescas» las escenas que observó en el lugar cuando participó en las labores para extinguir el fuego y relató que muchos reclusos perecieron en medio de la desesperación al no poder salir de sus celdas, dijo AP.
La cárcel estaba concebida para alojar apenas 250 reos, pero albergaba a 852, de los cuales 356 no respondieron durante el pase de lista realizado luego de aplacadas las llamas, precisaron las autoridades.
El presidente Lobo dijo en cadena de radio y televisión que «este es un día de profundo dolor y lamentamos lo sucedido» al tiempo que expresó su solidaridad hacia «los familiares de los compatriotas que perdieron la vida».
Esta tragedia es la peor de su tipo ocurrida en una cárcel de América Latina en los últimos años y, por su gravedad, supera a la acaecida en la prisión de la norteña ciudad hondureña de San Pedro Sula, que dejó 107 muertos, en 2004.