La tensión entre Irán y Estados Unidos sigue escalando. Este 8 de enero Teherán reiteró que cerrará el Estrecho de Ormuz en respuesta a la presión por parte de EE. UU. y sus aliados.
Ali Ashraf Nouri, uno de los altos cargos de la Guardia Revolucionaria, comunicó que el Gobierno ha tomado la decisión estratégica de recurrir a esta medida: «Si los enemigos bloquean las exportaciones de nuestro petróleo, no permitiremos que una gota de crudo pase por el Estrecho de Ormuz», según recoge el periódico iraní Khorasan.
No es la primera vez que Teherán advierte que recurrirá a bloquear esta vía internacional en el Golfo Pérsico por donde circula el 35% de todo el crudo del mundo. Sin embargo, es la primera vez que plantea la amenaza de una manera tan directa. El anuncio viene unos días después de que la Unión Europea informara que seguirá el ejemplo de Estados Unidos e impondrá un embargo a las importaciones de petróleo iraní como parte del nuevo paquete de sanciones contra Teherán.
El 2 de enero Irán realizó un simulacro de cierre del estrecho de Ormuz en el marco de unas maniobras militares. Sin embargo, en aquella ocasión el comandante de la Marina iraní, el almirante Habibolá Sayari, detalló que se trataba de un ensayo táctico: «No tuvimos ninguna orden de bloquear el estrecho de Ormuz».
«Si la exportación de crudo iraní está en peligro, a lo mejor Irán no bloqueará el estrecho de Ormuz, pero puede obstaculizar la navegación en esa área. En este caso existe el riesgo de que empiece un conflicto que puede agravarse y provocar una guerra», comentó a RT Hisham Jaber, director del Centro de Estudios de Oriente Medio de Beirut (Líbano).
«Si los estadounidenses y sus aliados tratan de asfixiar a la economía iraní, Irán no tendrá otra opción salvo responder de una manera severa. Y los iraníes son mucho más fuertes de lo que los norteamericanos quieren admitir», insiste, por su parte, el analista político Seyed Mohammad Marandi.
Este mismo domingo la Organización de la Energía Atómica de Irán informó que pondrá en marcha la planta de enriquecimiento de uranio Fordow, situada cerca de la ciudad de Qom, en un futuro muy próximo. Según detallan las autoridades iraníes, Fordow es una fábrica subterránea y cuenta con todos los recursos necesarios para salir intacta en caso de un repentino ataque aéreo por parte de las tropas estadounidenses o israelíes.