El primer ministro, Manmohan Singh, descartó este miércoles rumores sobre un presunto inminente ataque de China a la India y aseguró que ambos países están comprometidos en un proceso de entendimiento sobre temas fronterizos, informa PL.
Singh descartó la alarma sobre el inminente ataque chino y recordó que desde hace tiempo la línea divisoria entre los dos gigantes de Asia permanece en paz.
Los dos países están comprometidos en un serio proceso de diálogo sobre asuntos fronterizos comunes, alegó el mandatario.
En las sesiones parlamentarias de este miércoles, el líder del Partido Samajwadi (PS), Mulayam Singh Yadav, dijo poseer información sobre una supuesta agresión, incluida la zona por donde se produciría.
Aliado del gobernante Partido del Congreso, el PS tiene su base de poder en el norteño estado de Uttar Pradesh, el más poblado de India, y la mayoría de sus simpatizantes son musulmanes y miembros de la casta Yadav. También se ha granjeado el apoyo de algunas de las principales estrellas del cine indio.
Una de sus propuestas-bandera es la constitución de un Estado único entre la India, Pakistán y Bangladesh.
Yadav también acusó a China de haber represado el río Brahmaputra en el Himalaya para explotar en exclusivo sus aguas, en detrimento de la India.
La India y China comparten una escabrosa frontera de cuatro mil 500 kilómetros que ha sido motivo de numerosos encontronazos diplomáticos y militares, el más grave de los cuales fue una breve guerra en 1962, en la región del Himalaya.
El territorio en litigio abarca unos 90 mil kilómetros que Nueva Delhi reconoce como uno de sus 28 estados (Arunachal Pradesh) y Beijing llama Tíbet del Sur.
La semana pasada, en su diálogo anual de defensa, ambos países planificaron intercambios militares para 2012 y analizaron puntos de vista sobre temas de seguridad regional y mundial.
También revisaron las medidas en curso para fomentar la confianza en la frontera común y discutieron sus recientes diferencias sobre navegación en el Mar de China Meridional.
Las partes consideraron igualmente la posibilidad de retomar los ejercicios militares Mano a Mano, cuyas dos primeras ediciones se desarrollaron en 2007 y 2008.
La reunión supuso un descongelamiento de las relaciones militares bilaterales, interrumpidas cuando Beijing se negó a conceder visa a un general del ejército indio, destacado en la disputada región de Cachemira.