Las fuerzas opositoras intentan, sin éxito, apoderarse de las ciudades de Sirte y Bani Walid. Autor: Reuters Publicado: 21/09/2017 | 05:13 pm
TRÍPOLI, septiembre 3.— Las ciudades libias de Sirte y Bani Walid han antepuesto una fuerte resistencia al asedio de las fuerzas opositoras que intentan tomar esos dos bastiones, lo que obligó al ilegal Consejo Nacional de Transición (CNT) a extender una semana más su ultimátum antes de decidirse a tomarla por la fuerza.
El liderazgo insurgente dijo estar cerca de alcanzar un acuerdo con las fuerzas leales al líder libio Muammar al-Gaddafi en Bani Walid, situada a 180 kilómetros al sureste de Trípoli, pero hasta ahora han fracasado las negociaciones entre los alzados y los jefes tribales de Sirte, ciudad natal de Gaddafi, para que se rindan, reportó PL.
No obstante, dijo Notimex, el presidente del CNT, Mustafa Abdel Jalil, en una rueda de prensa en Bengazi, aseveró que ambas ciudades continuarán bajo asedio hasta lograr que se rindan. Según describió AFP, unos 200 vehículos de combate favorables a las ilegítimas autoridades se acercaron el sábado a Bani Walid, sin que se registraran batallas por el momento.
Jalil confirmó además su intención de transferir su base de operaciones en Bengazi, desde donde guiaron el alzamiento iniciado el 17 de febrero pasado, para trasladarla, la semana entrante, hacia Trípoli, e intentar constituir un gobierno provisional.
La decisión se anunció en medio de masivas concentraciones en la otrora Plaza Verde capitalina, rebautizada por los opositores como Plaza de los Mártires, para expresar apoyo a un eventual gobierno de los alzados que, en principio, duraría unos 20 meses, agregó PL.
Mientras tanto, Ian Martin, enviado especial del secretario general de Naciones Unidas (ONU), Ban Ki-moon, llegó este sábado a la capital para reunirse con los líderes del CNT, a quienes ofreció la ayuda del organismo para restablecer «la seguridad».
En contraposición, los presidentes de Ecuador y Nicaragua, Rafael Correa y Daniel Ortega, respectivamente, aclararon que sus países no reconocen al CNT, ilegalmente instaurado en el poder de esa nación norafricana, y exigieron el fin de los bombardeos de la OTAN sobre la población civil libia.