Un oficial paquistaní revisa el lugar tras la explosión de una bomba en la ciudad de Peshawar. Autor: EFE Publicado: 21/09/2017 | 05:12 pm
ISLAMABAD, agosto 11.— La explosión de una bomba de fabricación casera y un ataque con granada a un puesto de control causaron hoy siete muertes y 37 heridos al noroeste de la ciudad paquistaní de Peshawar, indicó PL.
Ambos hechos se produjeron con pocas horas de diferencia en las cercanías de la Puerta de Lahori y fueron los primeros de su tipo en más de dos meses en la zona, informó el canal privado de televisión Geo News.
El primero ocurrió cuando una bomba de confección artesanal, oculta en una carretilla, estalló al paso de una camioneta cargada de policías. A resultas de la explosión murieron cuatro agentes y 21 resultaron heridos. Un escolar de 12 años que pasaba por el lugar también perdió la vida al ser alcanzado por fragmentos del vehículo, que quedó completamente destruido.
El segundo incidente fue protagonizado por una joven de alrededor de 17 años que lanzó una granada de mano contra un puesto de control policial y luego hizo detonar su chaleco cargado de explosivos. Las únicas víctimas del ataque fueron la propia adolescente y una mujer de unos 60 años al parecer no vinculada con ella, pero que estaba cerca al momento de la inmolación. La detonación causó heridas a otros 16 transeúntes.
Estados Unidos considera a la región tribal del noroeste de Pakistán, limítrofe con Afganistán, uno de los lugares más peligrosos del planeta.
Miembros del Talibán y de Al Qaeda, según esa fuente, tienen campamentos a uno y otro lado de la frontera y a menudo coordinan acciones con grupos tribales paquistaníes de ideales separatistas.
Más de 4 500 personas han muerto en Pakistán por ataques atribuidos a los talibanes y otras redes de insurgentes islámicos alzados en armas cuando tropas del gobierno tomaron violentamente una mezquita en Islamabad en 2007.
Las acciones de esos grupos se intensificaron después de la operación encubierta de Estados Unidos que culminó con el asesinato del líder de Al Qaeda, Osama bin Laden, el 2 de mayo último, en la ciudad-guarnición de Abbottabad.