Aviones de la OTAN destruyeron dos torres de vigilancia de un complejo residencial de Muamar El Gadafi durante una serie de bombardeos contra esta capital, informaron este domingo fuentes oficiales que, además, se mostraron críticas con Rusia, reporta PL.
La televisión estatal de Libia confirmó que la aviación de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) repitió este domingo los ataques que durante cinco jornadas consecutivas, de noche, madrugada y día, viene realizando contra distintos puntos de Trípoli.
Una fuente militar libia citada por el canal Al Jamahiriya indicó que las torres de vigilancia en las murallas del complejo de Bab Al-Aziziyah, donde suele residir El Gadafi en el centro de la ciudad, fueron derribadas por los proyectiles de la alianza occidental.
Residentes aseguraron que durante las incursiones de hoy también quedaron dañadas instalaciones civiles próximas a Bab Al-Aziziyah.
El asedio por aire de la alianza atlántica incluyó ayer incursiones a plena luz del día, por primera vez desde el pasado 19 de marzo, y provocó "perdidas humanas y materiales", según reseñó la televisión pública mientras mostraba imágenes de columnas de humo sobre la ciudad.
Mientras distintas fuentes aluden a combates cada vez más intensos entre efectivos del Ejército leal a El Gadafi e insurgentes en regiones del occidente del país, las autoridades eludieron comentar reportes sobre una supuesta negociación oculta con Gran Bretaña.
El canal catarí Al Jazeera señaló que el ministro de Relaciones Exteriores en funciones, Abdulati Al-Obeidi, viajó a la isla tunecina de Djerba para "intercambiar opiniones" con funcionarios británicos, y barajó la posibilidad de una "estrategia de salida" de El Gadafi.
Al-Obeidi negó que se negocie la dimisión del líder libio, pero admitió que el Gobierno está dispuesto a dialogar con los representantes del opositor Consejo Nacional de Transición (CNT), que tiene su sede en la ciudad oriental de Benghazi.
Precisamente, la cancillería libia se quejó ante su similar de Rusia por declaraciones del presidente Dmitry Medvedev durante la reciente cumbre del G-8 en Deauville, Francia, donde afirmó que el Gobierno de El Gadafi "ha perdido legitimidad y él debe marcharse".
Trípoli pidió "precisiones" a Moscú por lo que interpretó como un cambio de actitud de las autoridades rusas que han sido reiteradamente críticas con la agresión de la OTAN a Libia, en tanto el CNT felicitó al Kremlin y dijo "apreciar" su rol en la arena internacional.
El jefe del CNT, Mustafa Abdul Jalil, también recabó ayuda foránea ante lo que describió como inminente "crisis financiera" de los rebeldes, y prometió amnistía para los leales a El Gadafi que deserten antes del eventual colapso de su gobierno.