Un oficial de la policía camina entre los escombros del edificio del Alto Comisionado para la Infancia. Autor: Reuters Publicado: 21/09/2017 | 05:09 pm
TRÍPOLI, mayo 10.— La aviación de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) realizó este martes al menos ocho bombardeos contra varias zonas de esta capital, mientras representantes de 25 consejos tribales libios recibieron apoyo político y financiero de países árabes del Golfo Pérsico.
Reportes de voceros oficiales y testimonios de residentes en Trípoli, citados por PL, aseguraron que los ataques lanzados por la OTAN fueron contra áreas residenciales gubernamentales y civiles.
La televisión estatal afirmó que cuatro niños sufrieron lesiones, dos de ellos graves, por cristales quebrados cuando los proyectiles impactaron en un edificio del Alto Comisionado para la Infancia, que el 30 de abril ya había quedado parcialmente destruido por otro bombardeo.
Otros blancos fueron los alrededores de la propia televisión, el edificio del Tribunal Supremo, la zona de Bab Al-Aziziyah, residencia del líder Muammar al-Gaddafi —donde hace días una incursión militar de los aliados occidentales provocó la muerte de un hijo y tres nietos del gobernante libio— y varios objetivos civiles en Trípoli.
La OTAN justificó nuevamente sus ataques con el pretexto de que se han destruido tres centros de mando de control en la capital y que la estrategia es la misma: reducir la capacidad de respuesta de Gaddafi, indicó Telesur.
Por otro lado, unos 70 líderes de 25 consejos tribales agradecieron en los Emiratos Árabes Unidos el apoyo de países del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG) Pérsico a lo que llamaron el «fortalecimiento de la unidad de las regiones y tribus» de su nación.
La reunión sostenida el lunes en Abu Dhabi fue la primera de representantes de tribus del sur, centro y oeste de Libia, incluida Sirte, localidad natal de Gaddafi, y mostró respaldo a la rebelión antigubernamental iniciada el 17 de febrero.
Además de apoyar al opositor Consejo Nacional de Transición (CNT), pidieron reconocimiento internacional y la entrega de armas avanzadas para combatir al Gobierno.
Los líderes tribales viajarán ahora a Qatar con la esperanza de persuadir a potenciales clientes a comprar más petróleo libio procesado en zonas bajo control rebelde, luego que Doha comercializó un millón de barriles a unos 120 millones de dólares.