Weinglass no logró recuperarse de una operación para extirparle un cáncer. Autor: Cubadebate Publicado: 21/09/2017 | 05:07 pm
El abogado norteamericano Leonard Weinglass, representante legal de Antonio Guerrero e incansable luchador por la causa de los Cinco, murió esta tarde en Nueva York, confirmaron a Cubadebate personas allegadas a él, informa Cubadebate.
Weinglass, que no logró recuperarse de una operación para extirparle un cáncer, nació en 1933.
Se graduó como abogado en 1958 en la Escuela de Leyes de Yale, y algunos de sus casos se estudian hoy en todas las facultades de Derecho de los EEUU.
La razón de su celebridad es que desde los Ocho de Chicago (luego se conocerían como los Chicago Seven o los Siete de Chicago), hasta Jane Fonda, de Angela Davis a los secuestradores de Patty Hearst, de Daniel Ellsberg a Amy Carter, Weinglass ha representado a los acusados en muchos de los más espectaculares procesos judiciales de Estados Unidos.
Fue el juicio a los Ocho de Chicago, los manifestantes contra la Guerra de Vietnam arrestados durante las protestas en la convención del Partido Demócrata en 1968, el que lanzó a Weinglass al primer plano legal. Entre sus defendidos se encontraban Abbie “Steal This Book” Hoffman; Tom Hayden, un activista politico, entre otros célebres luchadores por los derechos civiles.
El juicio es el tema de una proyectada película de Steven Spielberg, The Trial of the Chicago 7. Unos años después, Weinglas se encontró defendiendo a Daniel Ellsberg, el hombre, que en 1971, filtró a la prensa los documentos del Pentágono acerca de la historia secreta de la Guerra de Vietnam, que sirvieron de instrumento para el derrumbe del Presidente Nixon. Este caso de filtración es comparado con el de Wikileaks.
En una entrevista realiza por Cubadebate en el 2004, Weinglass explicó sin rodeos por qué aceptó ser el abogado de Antonio Guerrero -a quien representaba desde hace una década-, y apoyar la causa de los Cinco cubanos presos en los Estados Unidos. Sus palabras lo retratan:
«Nunca he ejercido como abogado para obtener dinero o en litigios de dinero, donde alguien desea sacar provecho de otro. Desde que estudié en la universidad y nos enseñaron que ser abogado era un compromiso de justicia, lo asumí como tal, con absoluta pasión. Desde entonces me he involucrado en casos donde se dirime la justicia, o tienen un carácter político tal y como yo entiendo la política -un compromiso con aquellos a quienes se les niega cotidianamente la justicia-. Y, también, en procesos que, a veces, adquieren dentro de Estados Unidos una trascendencia internacional. En este caso se han entrelazado esos tres elementos, pero hay algo más: representamos a cinco seres humanos excepcionales. Antonio para mí no es cualquier defendido. Ser su abogado es más que eso. Es, sencillamente, un honor.»