Una avalancha de muertos han provocado las constantes lluvias, catalogadas como la peor catástrofe natural de la historia del gigante sudamericano. Autor: Getty Images Publicado: 21/09/2017 | 05:06 pm
Brasilia, febrero 16.-A 902 ascienden este miércoles los muertos por la peor catástrofe natural de la historia de Brasil, ocurrida hace 35 días en la región serrana de Río de Janeiro, destaca Prensa Latina.
El último balance preliminar de la Policía Civil de Río de Janeiro precisa que de esa cantidad de personas fallecidas, 426 fueron en Nueva Friburgo, 379 en Teresópolis, 71 en Petrópolis, 21 en Sumidouro, cuatro en Sao José do Vale do Rio Preto y una en Bom Jardim.
Según el Ministerio Público estadual, más de 400 habitantes de la región serrana permanecen desaparecidos, de ellos 223 en Teresópolis, 85 en Nova Friburgo, 56 en Petrópolis y dos en Sumidouro. Otros 42 pertenecen a diferentes municipios de la zona montañosa fluminense.
Asimismo, se calculan en más de 33 mil las personas desalojadas y desabrigadas por las intensas precipitaciones.
El 11 de enero pasado un temporal provocó deslizamientos de tierra y crecida de ríos que arrastraron todo a su paso y sepultaron cientos de viviendas, la mayoría de ellas con todos sus moradores dentro, en la peor tragedia natural de la historia brasileña.
Desde entonces, los rescatistas trabajan en la búsqueda de cadáveres, mientras las víctimas tratan de recuperarse de los daños y la población intenta volver a la normalidad, para lo cual cuenta con la amplía ayuda oficial y la solidaridad de sus coterráneos, quienes desde el primer momento colaboran con los damnificados.
Cientos de toneladas de productos de primera necesidad han sido donadas por los brasileños para los afectados de la región serrana y decenas de voluntarios han brindado sus servicios en diversos territorios damnificados.
El gobierno federal destinó unos 645 millones de dólares para la reconstrucción de las ciudades y para la atención de las víctimas, a la vez que decidió donar seis mil casas para quienes perdieron sus hogares. Otras dos mil viviendas serán aportadas por empresas privadas.