GREYMOUTH, Nueva Zelanda, noviembre 20.— El temor a posibles gases tóxicos y combustibles, en la mina de carbón neozelandesa donde 29 mineros permanecen desaparecidos tras una explosión registrada el viernes, impidió este sábado una operación de los equipos de rescate, reportó AFP.
Dos mineros sobrevivieron y se encontraban hospitalizados con heridas de poca consideración y otros 29 seguían desaparecidos, anunció el director general de la empresa minera, Peter Whittall.
Sin embargo, el jefe de la policía, Gary Knowles, declaró a la prensa que las operaciones de rescate no podrían empezar hasta que no acabasen los análisis de las muestras de gas de la mina de Pike River.
«Como comandante de las operaciones de rescate, no estoy dispuesto a enviar gente bajo tierra mientras no tengamos la prueba de que su entorno es seguro», declaró.
La posible presencia de gases como el metano, que es explosivo, o el monóxido de carbono, provocó el retraso del dispositivo.
Los 29 mineros, que deben estar a 120 metros de la superficie, tienen edades comprendidas entre 17 y 62 años, y entre ellos hay cinco extranjeros: dos australianos, dos británicos y un sudafricano. «Hasta ahora no hemos tenido ninguna comunicación con los que están en el fondo de la mina», declaró Whittall.
Desde la superficie se insufla aire fresco, con la esperanza de que los mineros hayan podido entrar en un refugio. «Mire el ejemplo de Chile, con todos esos mineros atrapados, y todos salieron vivos», dijo el alcalde Kokshoorn.