Reino Unido evalúa este lunes en reunión de emergencia la seguridad aeroportuaria tras el reciente hallazgo de un paquete bomba en un avión procedente de Yemen con destino a Estados Unidos, refiere PL.
El Gobierno prevé reforzar las medidas de seguridad del transporte de mercancías a raíz del incidente reportado el viernes en el aeropuerto de East Midlands, centro de Inglaterra, que disparó la alarma mundial.
Los agentes de seguridad detectaron en un avión de carga procedente de esa nación árabe un sospechoso cartucho de tinta de impresora en cuyo interior encontraron el artefacto.
El referido paquete-bomba interceptado en el aeropuerto británico, al igual que otro similar encontrado en Dubai, tenían como destino dos sinagogas en la ciudad norteamericana de Chicago.
Como respuesta, los gobiernos de Reino Unido, Alemania, Francia y Estados Unidos paralizaron la víspera "hasta nuevo aviso" el tráfico de paquetería aérea procedente de Yemen.
La reunión de este lunes, presidida por el primer ministro británico, David Cameron, tendrá como punto principal la revisión de la seguridad de los fletes en territorio nacional.
Según expertos citados por medios de prensa locales, los controles aplicados actualmente al tráfico de mercancías en este país son mucho menos rigurosos que los que se efectúan a los pasajeros y su equipaje.
Reino Unido y otros países europeos reforzaron en octubre la vigilancia por un posible ataque terrorista, en consonancia con un aviso difundido por el gobierno de Estados Unidos. La información oficial advirtió sobre informes de agencias de inteligencia que descubrieron un supuesto complot de la red Al Qaeda para atacar ciudades británicas, alemanas y francesas.
Italia, Alemania y España consideraron entonces la alerta un alarmismo excesivo, lo cual fue reconocido posteriormente por Washington en reunión con los ministros de Interior de la Unión Europea.