Francisco Dall´Anese, nuevo presidente de la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala (CICIG). Autor: Internet Publicado: 21/09/2017 | 05:00 pm
La Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala (CICIG) comienza este lunes el cambio de mando, pero será efectivo no aquí, sino en la capital costarricense, refiere Prensa Latina.
El ex fiscal general costarricense Francisco Dall´Anese recibirá la jefatura de manos del español Carlos Castresana, quien dimitió sin acabar su mandato por lo que alegó eran constantes obstáculos y ataques a su labor.
Dall´Anese fue nombrado entonces por el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, y sabe la ardua tarea que le espera en un país con tantos problemas relacionados.
Sobre todo, Guatemala padece altos índices de violencia y, lo llamado por Castresana, enquistamiento de grupos del crimen organizado en instituciones del Estado.
El costarricense, sin embargo, esperó por el español en San José para recibir las explicaciones sobre las características del trabajo, casos pendientes y otros asuntos por enfrentar, aunque su objetivo es comenzar la labor de cero, como declaró recientemente.
Sabe que el objetivo es, por supuesto, acabar con la impunidad, la cuestión es cómo hacerlo y qué apoyo tener, en medio de dificultades ya enfrentadas por Castresana al punto de llevarlo a la renuncia.
Escasez de recursos financieros, una oposición política casi siempre empecinada en hacer fracasar acciones gubernamentales, corrupción galopante y vínculos con la delincuencia de las propias fuerzas del orden, son algunos de esos temas negativos.
Organizaciones de la sociedad civil arremeten contra la situación imperante y alertan al flamante jefe de la CICIG, con actitudes como para alarmar a cualquiera.
Según esas, en esta nación no existe el estado de derecho, apenas un frágil marco de legalidad que permite la convivencia, como dijo al diario La Nación de Costa Rica la directora del Movimiento Pro Justicia, Carmen Aída Ibarra, en declaraciones divulgadas aquí.
Razón no falta a quienes critican o condenan el nivel de impunidad en Guatemala, señalado en 98 por ciento, y donde en los primeros seis meses de este año ocurrieron más de tres mil 230 asesinatos, con demasiado baja tasa de solución.