El examen de las propuestas sobre el monitoreo de la papelera UPM (ex Botnia) y el Río Uruguay debe figurar como tema obligado en la cumbre que sostendrán este miércoles aquí los presidentes Cristina Fernández y José Mujica, informa Prensa Latina.
Los mandatarios de Argentina y Uruguay sostendrán un encuentro a las 15:00 hora local en la residencia presidencial de Olivos, tal y como había acordado a fines de junio último en un contacto telefónico.
El monitoreo de la planta de celulosa fue objeto el pasado miércoles de una prolongada reunión entre los cancilleres argentino, Héctor Timerman, y uruguayo, Luis Almagro, quienes acordaron sostener un nuevo encuentro 48 horas después, que no se llevó a efecto.
Para Argentina, la solución del diferendo es simple: acceso irrestricto a los científicos para que controlen Botnia y todos los establecimientos industriales y agropecuarios en ambas márgenes del Río Uruguay, señaló entonces el propio Timerman.
El ministro de Exteriores aseguró además que Buenos Aires no pide nada que no esté dispuesto a ofrecer.
La posible contaminación del Río Uruguay no afecta a un sólo país. Sus efectos no respetan fronteras, ni necesitan pasaportes, advirtió.
El jefe de la diplomacia argentina también desmintió el viernes último declaraciones del vicecanciller uruguayo, Roberto Conde, en el sentido de que el acuerdo para la supervisión ambiental estuviera cerrado.
Nuestra cancillería desconoce a qué se refiere (Conde), aseveró Timerman poco antes de la frustrada reunión con Almagro.
En una nota difundida a través de su sitio web, el Palacio San Martín recordó que la Corte Internacional de Justicia (CIJ) estableció en su sentencia del 20 de abril pasado realizar un monitoreo conjunto y continuo del funcionamiento de la papelera.
La CIJ dictaminó además analizar con posterioridad la propuesta de un plan de control y prevención de la contaminación del Río Uruguay en el tramo compartido entre ambas naciones.
La propuesta argentina, agregó la fuente, está basada también en la Declaración Conjunta emitida por los presidentes Cristina Fernández y José Mujica al término de la Cumbre de Anchorena, Uruguay, del 2 de junio de 2010.
En aquella oportunidad los dignatarios acordaron tener listos en 60 días un modelo y los instrumentos para monitorear y cuidar el medio ambiente en la totalidad de la corriente fluvial.