TEHERÁN, julio 1ro.— El presidente de EE.UU., Barack Obama, advirtió a Irán que «continuará la presión» internacional, a poco de disponerse a promulgar una ley de sanciones contra ese país, que describió como «las más duras jamás aprobadas por el Congreso» estadounidense, señaló EFE.
En declaraciones preparadas para el acto de aprobación presidencial, y que la Casa Blanca difundió por adelantado, Obama indicó que la nueva ley «hace más difícil para el Gobierno iraní comprar petróleo refinado y los bienes, servicios y materiales para modernizar el sector petrolero y de gas natural iraní», medidas aprobadas por el legislativo estadounidense la semana pasada.
El presidente de EE.UU. también amenazó con que «la presión seguirá aumentando» y el «aislamiento» de Irán seguirá profundizándose, dijo.
Poco antes, en una carta enviada al Consejo de Seguridad de la ONU, que citó la agencia IRNA, el canciller iraní, Manuchehr Mottaki, había afirmado que las sanciones impuestas por la máxima dirección de Naciones Unidas no impedirían a Irán proseguir su programa nuclear pacífico, y agradeció a Brasil y a Turquía por resistir a las presiones políticas, así como su voto negativo a la resolución.
Brasil y Turquía habían negociado en mayo un acuerdo con Irán para un canje en territorio turco del uranio iraní débilmente enriquecido (a 3,5 por ciento) por otro enriquecido a 20 por ciento. Pero el acuerdo fue ignorado por las potencias.
Por su parte, el presidente de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva, criticó la postura de Occidente. En entrevista concedida a la agencia de noticias siria SANA, el mandatario se declaró «decepcionado» con la actitud de los miembros permanentes del Consejo de Seguridad. «Yo tenía el compromiso de pactar con Turquía y con Irán (que este) se sentara a la mesa con la Agencia Internacional de Energía Atómica, e Irán concordó. Quienes no concordaron fueron los miembros permanentes del Consejo de Seguridad que querían sancionar a Irán casi por venganza», aseveró.
Desde Nicaragua, el presidente Daniel Ortega llamó a los líderes de EE.UU. y Europa a actuar con cordura y evitar el estallido de una guerra contra Irán. «No vayan a cometer ese error, que tendrá un impacto que no solo dañará al pueblo iraní, sino que dañaría a todos, incluyendo a ellos mismos», advirtió.