BRUSELAS, junio 11.— Bélgica celebrará el domingo unos comicios legislativos anticipados que podrían ahondar la crisis política que vive el reino si se confirma el avance electoral del ala más radical de los flamencos (ciudadanos de habla holandesa), defensores de segregarse del sur valón, francófono, menos desarrollado.
El Gobierno de coalición saliente, dirigido por el democristiano flamenco Yves Leterme, presentó su dimisión el pasado 22 de abril obligado por el portazo que dio uno de sus socios, los flamencos liberales, quienes abandonaron la mayoría por un nuevo conflicto lingüístico con los valones.
Tras las últimas elecciones de junio de 2007, el reino se ha sumido en una grave crisis política, reflejo de cómo los flamencos del próspero norte y los valones del sur se han dado la espalda hasta el punto de que muchos se preguntan cuál es el sentido de seguir viviendo juntos.
En los comicios del domingo, casi todo dependerá de los votos que la comunidad de Flandes, el 60 por ciento de la población belga, destine a los independentistas flamencos.