KABUL, abril 27.— La inseguridad reinante forzó hoy a la ONU a retirar el personal extranjero y cerrar su misión en la conflictiva ciudad sureña afgana de Kandahar, objetivo de una ofensiva de Estados Unidos y la OTAN.
La portavoz del máximo organismo internacional, Susan Manuel, comunicó que algunos empleados extranjeros en la oficina de Kandahar, capital de la provincia homónima, fueron trasladados por su seguridad a Kabul, y que se dijo al personal afgano que continuarán en sus hogares.
Sin embargo, el jefe del consejo provincial, Admad Wali Karzai, hermano del presidente Hamid, expresó que la ONU está sobreactuando al retirar a su personal.
Karzai condenó enérgicamente a la ONU por retirarse de la ciudad, antigua capital cultural de los Talibán, y afirmó que esa es una decisión irracional inconsulta con las autoridades locales afganas.
En este contexto, miles de efectivos de la OTAN y Estados Unidos planean en los próximos meses en Kandahar, la segunda ciudad en importancia país, la mayor ofensiva militar en una agresión que lleva casi nueve años.
Según esos planes, que comenzarán a desarrollarse en junio, unos ocho mil soldados estadounidenses y canadienses asegurarán áreas rurales en torno a la ciudad mientras que una brigada recién desplegada de 3 500 infantes de marina del Pentágono escoltarán a 6 700 policía afganos en áreas urbanas. En total, esa operación involucrará a unos 23 000 efectivos terrestres de la OTAN, Estados Unidos y colaboradores afganos.