HUA HIN, Tailandia, abril 5.— Cambodia dio hoy el primer gran paso para normalizar sus relaciones con Tailandia, al cerrarle todas sus puertas al depuesto primer ministro thai Thaksin Shinawatra.
En un anuncio que le robó el show a la primera Cumbre del Mekong, el primer ministro Hun Sen aseguró que impedirá a Thaksin ingresar en Cambodia o usar su territorio como base política contra Bangkok.
Hombre de negocios e influyente político de retórica populista, Thaksin es un prófugo de la justicia tailandesa, que le decomisó dos tercios de su millonaria fortuna por abuso de poder y corrupción.
Su designación el pasado año como asesor económico de Phnom Phem agravó el diferendo entre ambos reinos, enfrentados además por la soberanía de un antiguo templo Khmer.
De hecho, la presencia de Hun Sen en esta ciudad turistica tailandesa, donde asiste a la primera cumbre de países con márgenes en el rio Mekong, obligó a invocar la Ley de Seguridad Interna por temor a algún tipo de reacción violenta contra su persona.
Sin embargo, desde su llegada el visitante abogó por mejorar las relaciones bilaterales, y se lo ratificó al hombre fuerte de la seguridad en Tailandia, el viceprimer ministro Suthep Thaugsuban.
Tras dialogar 40 minutos con Hun Sen, Suthep reveló que Cambodia también ordenó a sus puestos fronterizos abstenerse de cometer acciones que causen resentimiento en los vecinos tailandeses.
Aunque la conversación obvió el regreso de sus embajadores, este encuentro de Hun Sen y Suthep revive las esperanzas de estabilidad en una región con ambiciosos planes de desarrollo inmediato.
Mientras, la situación en Tailandia sigue tensa, pues los Camisas Rojas, seguidores en su mayoría de Thaksin, ocuparon el mayor centro comercial de Bangkok en su tercera semana de protestas contra la coalición de gobierno.