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Con la mira puesta en la independencia, la unidad y el desarrollo de nuestros pueblos —derroteros que presiden la cita—, la VIII Cumbre del ALBA-TCP inicia sus trabajos en La Habana este viernes a nivel de expertos, para dar paso mañana a la cita de ministros de Relaciones Exteriores.
Se espera que la reunión pase revista a los acuerdos más recientes puestos en vigor por la iniciativa unitaria e integracionista, así como a todo su devenir y, seguro, sentará pautas para nuevos y trascendentes pasos.
Asuntos tan importantes como la marcha de los programas sociales que han beneficiado ya a decenas de miles de latinoamericanos, y el desarrollo de empresas y proyectos grannacionales fijados en áreas estratégicas como la salud, la educación, la cultura, la farmacéutica, la energía y la agricultura —por solo citar algunas— estarán sobre el tapete.
Temas tales como la soberanía alimentaria y el cambio climático adquieren relevancia adicional para el planeta en estos momentos de crisis, y seguro no serán pasados por alto en la agenda de esta Cumbre del ALBA-TCP, vanguardia que jalona los esfuerzos integracionistas del Sur, y que tiene voz propia.
Igualmente estará en los análisis la entrada en vigor del Sistema Único de Compensación Regional (SUCRE), moneda virtual que imprimirá un carácter aún más complementario a las transacciones comerciales entre los países miembros y que, de forma paulatina, les permitirá eliminar el uso del dólar en su intercambio. Según se adoptó en la VII Cumbre, celebrada en Cochabamba, Bolivia, el SUCRE debe ser una realidad en el ya muy cercano 2010 lo que, junto a otros acuerdos en la esfera económica, también será analizado.
Por demás, la Cumbre de La Habana se celebra en el momento especial en que se cumplen cinco años de la fundación del ALBA con la firma por Fidel y Chávez de la Declaración Conjunta y los Acuerdos para su aplicación: los documentos suscritos precisamente en la capital cubana por ambos líderes, el 14 de diciembre de 2004.
