NACIONES UNIDAS, noviembre 25.— A dos semanas de la Cumbre de Copenhague sobre el cambio climático, Cuba reiteró ante Naciones Unidas la necesidad de modificar los actuales patrones de producción y consumo y de transitar hacia un modelo económico verdaderamente sostenible.
La supervivencia humana requiere de una revolución energética a nivel mundial, aseguró el representante permanente de la Isla ante la ONU, Pedro Núñez Mosquera, durante una reunión informal de la Asamblea General.
El diplomático presentó lo que denominó ocho verdades que no pueden obviarse ni ocultarse en materia de cambio climático, la primera de las cuales radica en transformar los esquemas de producción y consumo en otros sostenibles y poner en práctica una revolución energética a escala mundial.
Otra realidad es la que obliga a implantar un nuevo régimen de compromisos de reducción de emisiones más riguroso para los países desarrollados y adoptar un fuerte paquete de acciones en materia de financiamiento y transferencia de tecnologías para las naciones en desarrollo.
También mencionó la responsabilidad que tienen los industrializados de cumplir los compromisos de la Convención sobre cambio climático y manifestó su rechazo a iniciativas con las que traten de evadir sus deberes en materia de reducción de gases de efecto invernadero.
Más adelante, el representante cubano subrayó la exigencia de una mayor participación de los países en desarrollo en el accionar global para mitigar el cambio climático, de acuerdo con el principio de las responsabilidades comunes pero diferenciadas, y las respectivas capacidades.