La Organización de Naciones Unidas respaldó este miércoles la posición firme adoptada por los países subdesarrollados en la conferencia sobre cambio climático que sesiona en Barcelona desde el pasado lunes, informó PL.
El secretario ejecutivo de la Convención Marco de la ONU para el Cambio Climático, Yvo de Boer, apoyó la postura asumida la víspera por las naciones africanas, que amenazaron con abandonar la cita si no se avanzaban en acuerdos concretos.
De Boer defendió esa actitud porque el nivel de compromiso mostrado hasta ahora por los países industrializados, frente a una mayor reducción de gases de efecto invernadero, resulta insuficiente para lo que precisa el Tercer Mundo.
También fue concreto a la hora de afirmar que los niveles de reducción de emisión de dióxido de carbono (CO2) no llegarán al 40 por ciento como desea África, y vaticinó que quedarán muy lejos de ese propósito.
Conocemos ese deseo, pero por el momento no llegaremos a esa cota, lamentó el responsable de la ONU en la lucha contra el cambio climático.
Varias naciones encuadradas en el Grupo de los 77 (G-77) reclamaron a los estados ricos poner sobre la mesa una nueva oferta de reduccóin doméstica de dióxido de carbono, como continuidad al Protocolo de Kyoto, marco ya insuficiente según las economías en vías de desarrollo.
El sudanés Lumumba Stanislaus criticó la actitud de los delegados de algunos países que, a su juicio, vinieron al encuentro en esta urbe catalana sin la intención de negociar y dejarlo todo para Copenhague, sede en diciembre próximo de una cumbre sobre el clima.
¿Qué estamos haciendo entonces en Barcelona, nos estamos gastando mucho dinero y esfuerzo para nada?, se cuestionó ante los medios de comunicación.
Su mensaje, al parecer, estuvo dirigido a naciones desarrolladas que aún no se pronunciaron sobre cuáles serán sus planes de emisiones de cara al panorama post-Kyoto, en especial Estados Unidos, que no firmó ese protocolo, pero también Canadá y Australia.
Tal como pedía el G-77 ahora estamos dedicando más tiempo a debatir cifras de reducción de emisiones de los estados ricos, subrayó De Boer.
No obstante precisó que todavía no se llegó a un compromiso de reducción dentro del intervalo de entre el 25 y el 40 por ciento de las emisiones de dióxido de carbono, si bien señaló su esperanza de que se llegue antes del viernes, cuando concluirá este foro.
Alcanzar ese porcentaje antes de 2020 es el índice necesario en el que coincide la comunidad científica para lograr que las temperaturas globales no aumenten por encima de los dos grados centígrados de la media anual.
De momento, la Unión Europea ya se fijó la meta del 20 por ciento de forma unilateral, aunque es partidaria de incrementarlo hasta 30 por ciento si el resto de las naciones da pasos en la misma dirección.
De Boer descartó que Estados Unidos anuncie en Barcelona algún compromiso de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero.
La administración del presidente Barack Obama moverá ficha, pero elegirá el momento preciso para ello, afirmó en clara alusión a la cumbre de Copenhague del próximo mes.
Se mostró convencido de que Washington se implicará en la lucha contra el cambio climático y llegará a la capital danesa con propuestas concretas en materia de reducción de emisiones y financiación.