WASHINGTON, junio 4.— El presidente constitucional de Honduras, Manuel Zelaya, ratificó que regresa este domingo a su país, «porque se necesita que vuelva la paz».
El mandatario se dirigió a la Asamblea General Extraordinaria de la OEA al filo de la madrugada, luego de que esa entidad aprobara la suspensión de derechos al estado hondureño y encomendara al titular, José Miguel Insulza, la continuación de gestiones diplomáticas para que retorne el orden constitucional y Zelaya concluya el mandato para el que fue elegido.
El Presidente agradeció las enormes manifestaciones de pueblo que se mantienen pidiendo su reinstalación en el poder y, dijo que aquellos peleaban por sí mismos, al señalar el egoísmo de los grupos fácticos que sostienen el establishment y dieron el golpe, responsables de que siete de cada diez hondureños viva en la pobreza.
Apuntó que las antipatías que se ganó de aquellos obedecen a que no ha gobernado con la ortodoxia de las clases históricamente dominantes, sino para el pueblo.
También denunció la manera feroz en que los hondureños han sido reprimidos durante una semana de resistencia.
He venido a rechazar enérgicamente el retorno de la fuerza sobre la razón, abundó.
Si permitimos que una persona armada pueda venir a ultrajar todas nuestras conquistas históricas, estamos retrocediendo a la época en que el garrote de las cavernas imperaba sobre la sociedad.
En estos momentos, guardar silencio ante la represión que esta sufriendo el pueblo hondureño, sería un crimen, sentenció.