Desde su primer pronunciamiento público, el usurpador de la presidencia hondureña, Roberto Micheletti, desconoce la condena internacional al golpe de Estado, informa ANSA.
Micheletti ha dicho que a pesar de la presión externa el presidente constitucional de Honduras, Manuel Zelaya —secuestrado por militares y enviado a Costa Rica—, no podrá ser restituido en su cargo.
Desconociendo que miles de hondureños se manifiestan por el restablecimiento del orden constitucional y de Zelaya en la presidencia pese al despliegue militar y el anuncio de toque de queda, Micheletti se aventuró a hablar en nombre del pueblo: «Nadie, absolutamente nadie, nos van a venir a imponer o impedir lo que los queremos tener», dijo el representante del gorilazo.
El golpista, quien asegura tener el apoyo de las Fuerzas Armadas, afirmó que no tiene interés en comunicarse con ningún mandatario latinoamericano, y que su «canciller», Enrique Ortez Colindres, hará los contactos próximamente.