Los pronósticos de organismos internacionales como el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM), fieles defensores del capitalismo e impulsores a ultranza de los paquetes de medidas neoliberales implementados en muchos de los países subdesarrollados, son desalentadores. Sus representantes hablaron durante el tercer día de sesiones del XI Encuentro sobre Globalización y Problemas del Desarrollo, pero otros entendidos en economía, esta vez desde el sur, les replicaron...
Según Gabriel di Bella y Andy Wolfe, voces del FMI, se espera que la economía mundial se desacelere fuertemente, peor de lo que ellos esperaban, tendiente al colapso del comercio mundial, y se observarán niveles de recuperación diferentes entre los países del Primer Mundo y las economías emergentes.
Entre los signos del Apocalipsis citado, el Producto Interno Bruto de las economías avanzadas se contraerá al menos en un dos por ciento en 2009, por primera vez después de 1945, y caerán los precios de materias primas como el petróleo y de rubros agropecuarios, dando un duro golpe a aquellos países exportadores de estos productos.
Por su parte, el BM, por medio de Luiz Pereira da Silva, apuntó que esta no es una crisis de mercados emergentes, sino de las economías centrales, principalmente de EE.UU., donde el caos comenzó en su sistema bancario y se desplazó a otros sectores como el inmobiliario. Después sobrevendría la afectación a otros países.
El consejo del BM es este: que aquellos Estados con margen de maniobra apliquen nuevas medidas si las condiciones se deterioran aún más. Y le envía otra mala a los más pobres: necesitarán al menos 25 000 millones de dólares de financiamiento exterior para quedar mejor parados frente a esta tormenta.
De la responsabilidad no habló nadie. FMI y BM coincidieron en un «respetuoso silencio». Eso sí, sostuvieron que los países del Sur deben tener la «capacidad» de reconocer que la globalización tiene beneficios y riesgos, y que la cuestión es insertarse «de modo inteligente y sostenible».
Tuvieron que tomar la palabra otros, los aludidos por el «consejo». Lázaro Paris, de Bolivia, recordó que el BM está en manos de EE.UU.; el FMI, en las de Europa, y ellos manejan a ambas instituciones según sus intereses. Como ejemplificó, los ajustes estructurales propuestos por el FMI desde 1974, ¡no terminaban nunca!, mientras se privatizaban los recursos naturales y los servicios públicos, con su estela de extrema pobreza y una deuda externa exorbitante para el Tercer Mundo.
En cuanto al BM, ha construido grandes autopistas en los países empobrecidos, sí, pero para abrirles caminos a las transnacionales y darles acceso a los recursos naturales.
En línea similar habló el argentino Guillermo Wierzba, para quien una institución como el BM, que debía proveer créditos para el desarrollo, pervirtió su objetivo, dedicándoselos a los mentados ajustes —o desajustes— estructurales.
También de Argentina, el académico Orlando Caputo destacó que el FMI y el BM son responsables del origen de esta crisis, que es de la globalización y la economía mundial, del neoliberalismo, y que será prolongada. «La sociedad humana —su-brayó— necesita nuevas instituciones internacionales».
Durante la jornada de este miércoles la Asociación Nacional de Economistas de Cuba (ANEC) y la Universidad Central de Nicaragua (UCN), rubricaron un convenio de cooperación con el objetivo de promover el intercambio científico en el área de la economía
En el documento, firmado por el presidente de los economistas cubanos, Roberto Verrier, y Francisco López, vicerrector general de la casa de altos estudios del hermano país centroamericano, ambas instituciones se comprometen a aportar esfuerzos en pro del desarrollo económico con responsabilidad social, a favorecer un ámbito de reflexión y discusión crítica sobre la importancia del desarrollo de las ciencias económicas y contables, y a establecer un amplio intercambio de información científico-técnica y en la elaboración conjunta de materiales.
Asimismo, la UCN se compromete a promover en Nicaragua el Encuentro Internacional de Economistas sobre Globalización y Problemas del Desarrollo, que se celebra cada año en La Habana.
Al intervenir, el doctor Vargas subrayó que el evento debe difundirse en el país, que debe promoverse una mayor participación en número de la delegación nicaragüense, e incentivarse el debate preparatorio en Centroamérica, previo a la reunión de La Habana.
Por su parte, el presidente de la ANEC, Roberto Verrier, agradeció la presencia en el acto de firma del Doctor Oscar René Vargas, enviado del actual presidente de la Asamblea General de la ONU, Miguel D’Escoto, y apuntó que Fidel le había concedido al Encuentro anual tres importancias: una, política, en el sentido de difundir un pensamiento nuevo y renovador, que cambiara el injusto orden económico internacional; otra, ideológica, por la confrontación de ideas entre diversas corrientes de pensamiento económico, y una tercera desde el punto de vista académico, dado el intercambio entre centros de investigación y la posibilidad de firmar importantes convenios con otras instituciones.
Según explicó Verrier, la ANEC imparte cada año unos 3 500 cursos de posgrado en todos los municipios del país, y tiene categorizados a unos 19 economistas y contadores que imparten clases en sedes municipales y aseguran la enseñanza de posgrado, además de que se recibe a estudiantes extranjeros que vienen a hacer su pasantía con auditores cubanos.