NACIONES UNIDAS.— Cuba demandó la condonación de la deuda externa de los países africanos, el cumplimiento del compromiso de asistencia al desarrollo hecho por los países ricos y la movilización de recursos nuevos y adicionales, si realmente la comunidad internacional quiere apoyar los esfuerzos de los pueblos y gobiernos de ese continente.
El reclamo fue hecho por el Primer Vicepresidente cubano, José Ramón Machado Ventura, al hablar en la conferencia especial de la ONU sobre Necesidades de Desarrollo de África, que sesionó este lunes en la sede del organismo internacional en Nueva York, para analizar cómo se están cumpliendo, o incumpliendo, los diversos compromisos, los problemas a los que se enfrentan y el camino a seguir para encontrarle solución verdadera.
También exigió el apoyo financiero, técnico y humano para erradicar el analfabetismo y asegurar la educación para todos, y un esfuerzo global que garantice sistemas efectivos de atención primaria de salud, el suministro de los medicamentos necesarios y la formación del personal médico y técnico requerido, en una región fustigada por enfermedades como el SIDA, la tuberculosis, la malaria y otras pandemias.
«Es necesario poner fin a la retórica. La situación de África no se resolverá con las condolencias, las lamentaciones y la limitada ayuda caritativa mientras se derrochan fortunas en lujo y extravagancias en el Norte», puntualizó el jefe de la delegación cubana al segmento de alto nivel del 63 Periodo de Sesiones de la Asamblea General de la ONU.
La necesidad de establecer un nuevo sistema de relaciones Norte-Sur que ponga fin al injusto e insostenible orden económico, comercial y financiero fue destacado por Machado Ventura en un discurso que se sumó a no pocas denuncias de la situación.
Aseveró que esa condición inicua en beneficio de una exigua minoría «margina y sacrifica al 80 por ciento de la población mundial», mientras «se pretende demonizar el derecho de los pueblos a la solidaridad internacional y se niega el trato especial y diferenciado que los países en desarrollo, en particular los africanos, requieren y merecen».
Denunció que era contradictorio que algunos estadistas del Norte llegaran a esa conferencia a expresar su supuesta preocupación por África cuando son los mismos países que «imponen leoninas condiciones y esquemas de ajuste estructural a través de los organismos financieros internacionales que controlan».
Al respecto subrayó Machado Ventura que «África gasta hoy cinco veces más en pagar el servicio de la deuda que en educación y salud juntas», lo que mantiene en la penuria a los pueblos africanos, además de que las normas y condiciones impuestas en el comercio asfixian sus economías menos desarrollados, y en este aspecto citó el régimen de patentes internacionales y el control de las tecnologías que bloquean el desarrollo no solo de África, también el de la inmensa mayoría de los países del Sur.
En su breve y sustanciosa intervención, el Primer Vicepresidente cubano explicó los vínculos de Cuba con el preterido continente, el accionar concreto que ha permitido en las últimas cinco décadas que más de 32 000 jóvenes africanos se hayan graduado en universidades y politécnicos cubanos, y que hoy estén becados en las universidades de la isla caribeña 2 253 jóvenes de 45 países africanos.
Agregó otras importantes cifras de la cooperación solidaria que brinda Cuba a las naciones africanas: 1 982 médicos y técnicos de la salud trabajando en 35 países, que solamente en el año 2007 ofrecieron casi siete millones de consultas, atendieron unos cien mil partos y realizaron casi 200 000 cirugías.
«Si Cuba puede desarrollar estas acciones, ¿qué no podrían lograr los países del Norte, que cuentan sobradamente con los recursos que se necesitan?», preguntó José Ramón Machado Ventura en el plenario. «No faltan recursos, lo que falta es voluntad política», sentenció.
Reclamo a la comunidad internacionalLa conferencia especial de la ONU sobre Necesidades de Desarrollo de África fue inaugurada por el secretario general del organismo internacional, Ban Ki-moon, quien igualmente reclamó que los países más desarrollados cumplan su compromiso de doblar la asistencia financiera al África subsahariana para evitar que ni uno solo de los países de esa región alcance en 2015 los Objetivos de Desarrollo del Milenio.
La apelación del máximo responsable de las Naciones Unidas, hecha ante más de 45 jefes de Estado y de Gobierno y decenas de jefes de delegación que asisten a la reunión de alto nivel, apuntaba especialmente a la promesa hecha en 2005 por el Grupo de los Ocho (G8) más industrializados de duplicar la ayuda a un continente en precaria situación, que dijo costaría una media anual de 72 000 millones de dólares, para poder combatir el hambre, la pobreza y las deficiencias educativas del continente, lo que calificó como un «imperativo moral» para que «el mundo en desarrollo alcance la prosperidad».