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Caracas, 31 de agosto._ Venezuela emprendió un ambicioso plan para construir 200 mil viviendas por año, que conjuga hoy el estímulo industrial, un proceso de nacionalizaciones y la aplicación de técnicas alternativas.
La proyección busca terminar con un déficit estimado por diversas fuentes desde 1,5 hasta dos millones de casas en una población que supera los 28 millones de habitantes y sigue aumentando, aunque con disminución de la tasa de crecimiento.
Este plan significa un salto considerable, a partir de las 82 mil 200 viviendas construidas en 2007, de las cuales 65 mil 339 fueron levantadas con planes gubernamentales, para un decrecimiento en relación con 2006 cuando se levantaron 86 mil.
La sustentación oficial se incluye en un programa de desarrollo industrial que abarca mil millones de dólares para el estímulo de la producción sólo en 2008-2009 y la construcción de 200 plantas de diversa índole en un denominado plan de fábricas socialistas.
Junto a ello confía en mejor utilización de la siderúrgica y el cemento, a partir de su reciente nacionalización, y evitar deformaciones como la de 2007 cuando se exportó el 70 por ciento de la producción de cemento, mientras se registró déficit en el país.
El plan de desarrollo industrial pone énfasis particular en la industria petroquímica, sobre la base de una reserva de 312 mil millones de barriles de petróleo y una producción de 3,3 millones de barriles diarios.
Esta rama es de particular importancia para un plan que centra las expectativas para la producción de viviendas de bajo costo a partir de PVC mezcla de un polímero de alta resistencia obtenido del gas, cloro y sal, todos elementos abundantes en Venezuela.
Actualmente funcionan ya la primera planta de las llamadas «petrocasas» en el estado Carabobo, que se espera produzca unas ocho mil casas en 2008, primera etapa de una capacidad instalada de unas 15 mil casas por año.
Próximamente se inaugurará otra planta similar en Apure y para mediados de 2009 el Ministerio de Vivienda tiene proyectado tener en funcionamiento en total siete instalaciones de Petrocasa -la empresa encargada del proyecto- en diferentes regiones.
Adicionalmente las siete plantas generarán ocho mil empleos y constituirán un estímulo a otras ramas industriales que aportan insumos para viviendas desde grifos hasta vidrios.
El modelo actual de las petrocasas es de 88 metros cuadrados con tres cuartos, un baño, cocina, sala, comedor y porche, a partir de la prioridad de viviendas populares para quienes no tienen casas con precios 30 a 40 por ciento por debajo de los del mercado.
La perspectiva, sin embargo, apunta a facilitar en el futuro la adquisición de estos módulos por cualquier persona interesada, incluyendo proyectos de «petro-edificios» de cinco pisos y su utilización en obras sociales como consultorios médicos.
La propuesta se avala por los resultados de un plan piloto de 456 casas realizado en la comunidad Nuestra Señora de Coromoto en Guácara, estado de Carabobo, que beneficia a más de tres mil personas.
A partir de esta experiencia se considera organizar la asignación de viviendas mediante los consejos comunales, sobre la base de un criterio que antepone al mercado la mejor distribución de riquezas y el beneficio de sectores menos favorecidos.
Esta política aplicada en el mandato del presidente Hugo Chávez pretende terminar con la distorsión provocada por la prioridad del mercado a conceptos sociales y provocó la existencia de millones de pobres en el país, quinto exportador mundial de petróleo.
