Grupos de gitanos son evacuados por la policía italiana de un campamento en Nápoles. Foto: AFP MADRID.— El gobierno español expresó este viernes su desacuerdo con la política de su par italiano sobre inmigración, y señaló que «rechaza la violencia, el racismo y la xenofobia, y por tanto no puede compartir lo que está sucediendo en Italia», reportó EFE.
Preguntada por la prensa acerca de las medidas contra la inmigración ilegal que prepara el gabinete derechista de Silvio Berlusconi, la vicepresidenta del gobierno español, María Teresa Fernández de la Vega, explicó que «la inmigración es un fenómeno necesario, y es buena siempre que sea legal y ordenada», y que la política que se aplica en España está basada «en la ley, que permite reconocer derechos y obligaciones a los inmigrantes.
«El gobierno no comparte la política de expulsiones sin respeto a la ley y a los derechos, y por tanto, tampoco las actuaciones que pueden exaltar la violencia, el racismo y la xenofobia», añadió.
En una redada policial el jueves en Italia fueron arrestadas 383 personas, de las cuales 118 serán expulsadas por indocumentadas, y de ellas 53 ya han sido llevadas a la frontera, mientras que 65 han sido trasladadas a centros de acogida a la espera de ser repatriadas.
Las expresiones de De la Vega fueron rechazadas por varios partidos políticos italianos, entre ellos la ultraderechista Liga Norte, que integra el gobierno de Berlusconi. Un senador de esa fuerza, Paolo Franco, dijo que la Vicepresidenta «teme que una política rigurosa de control del Mediterráneo por parte del gobierno italiano» desvíe hacia España a los ilegales procedentes de Libia.
Por su parte, el presidente del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, dio una «precisión muy puntual y clara» sobre las declaraciones de su vicepresidenta.
Según ANSA, después de reunirse en Lima con Zapatero, el canciller italiano, Franco Frattini, se encargó de evitar un incidente diplomático al decir que «de parte de España, no había ninguna intención de acusar ni reprobar al gobierno italiano».
Durante la jornada, un grupo de desconocidos incendió varias chozas de un campamento de gitanos (ya abandonado) en Nápoles, tercer ataque de este tipo en los últimos días en Italia, informó Notimex.
La responsable del Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR) en ese país, Laura Boldrini, pidió al gobierno condenar esas agresiones.
El jueves la policía irrumpió en un campo gitano de Roma y arrestó a 50 personas, durante la batida contra inmigrantes, generalmente pobres e indocumentados.