ROMA.— El presidente de la República de Italia, Giorgio Napolitano, comenzó este martes el procedimiento para la disolución del Parlamento, al llamar a consultas, tal y como prevé la ley, a los presidentes de las dos Cámaras (la de Diputados y el Senado).
Según Reuters, mientras ello ocurre, los partidos han empezado a organizarse para eventuales elecciones pues, por ley, el país no puede estar 70 días sin gobierno.
Desde que, dos semanas atrás, el ministro de Justicia, Clemente Mastella, del partido Unión de Demócratas Europeos (UDEUR), abandonó la coalición de centro-izquierda del primer ministro Romano Prodi y precipitó su caída, los esfuerzos de Napolitano se han centrado en intentar cambiar la ley electoral, una petición sostenida no solo por la alianza gubernamental saliente, sino por amplios sectores de la sociedad, ya que el sistema vigente favorece la creación de grandes coaliciones con multitud de partidos.
Esta, añade EFE, está considerada una de las principales causas de la inestabilidad política italiana, ya que formaciones con representación parlamentaria mínima, como la UDEUR, que contaba con un 1,4 por ciento de los votos, pueden deshacer gobiernos con gran facilidad.
La celebración de las elecciones, probablemente en abril, pone en peligro la gestación del Partido Demócrata (PD), cuyo líder es el alcalde de Roma, Walter Veltroni. El principal objetivo de esa formación sería acabar con el sistema de coaliciones y crear un partido fuerte, unido en torno a un programa de gobierno de centro progresista.
Veltroni ha dicho que no volverá a repetir la experiencia de La Unión (la tambaleante alianza de 16 partidos, liderada por Prodi), en una postura criticada desde los partidos de izquierda, pues le reprochan que esa actitud provocará de nuevo la llegada al poder del derechista Silvio Berlusconi y su alianza Casa de las Libertades.
Los sondeos otorgan al PD un 35 por ciento de los votos, muy alejado del 56 por ciento que recibe la coalición berlusconiana.