No ha pasado aún un mes desde que un adolescente cometiera una masacre en un instituto de Virginia, EE.UU., y ya el Chicago Sun Times trae esta escalofriante curiosidad: Bubba Ludwig, de solo 10 meses —una ¿edad? a la que todavía no sabe cómo agarrar el biberón— acaba de recibir de su abuelo una herencia «como para morirse»: una escopeta.
El modelito es el que ven en la foto: Beretta 686. Y la noticia no está en que, de adolescente, podrá usarla para irse feliz a cazar patos, sino en que su padre, Howard, solicitó para él una licencia de armas. ¡Y la consiguió!
Bubba, al que aún no le ha salido ni un diente, ya es dueño de un arma. Y así consta en el permiso obtenido, en el que aparece su foto, datos sobre su talla y su peso, y un débil garabato, a modo de firma.
¡Pues vaya si la «liberty» es apabullante en tu país, Bubba! Sinceramente, pobre del niño que no quiera prestarte su velocípedo.