La energía geotérmica aprovecha la temperatura de la tierra alrededor de 50 metros debajo de la superficie.
En un parque industrial abandonado de la ciudad alemana de Colonia se inició la construcción de un complejo habitacional de 383 casas y edificios que contarán con calefacción mediante bombas geotérmicas.
Estas permitirán cubrir las necesidades de aproximadamente 1 000 personas, quienes a la vez aportarán su granito de arena a la protección ecológica reduciendo a la mitad los costos de calefacción. El complejo habitacional de Colonia es el más grande, por el momento, pero no es ni el primero ni el único en ese país europeo, donde el uso de esta energía limpia va cobrando auge...
Los especialistas consideran el empleo de calor de la parte superior de la corteza de la tierra como un método útil y eficiente de ahorro energético. La temperatura ambiental fluctúa entre unos diez y 17o a unos 50 m debajo de la superficie de la tierra. Este calor puede usarse transfiriéndolo a la superficie por medio de un sistema de lazo, que usa un material refrigerante de alta eficacia.
Un sistema continuo puede ser instalado, conducido desde el edificio a la tierra para volver de nuevo arriba sin ninguna pérdida de agua. El material en el lazo juntará el calor y se trasladará a la superficie. El sistema puede trabajar también en verano para refrescar el edificio por transferencia de calor de la casa a la tierra.
El grupo de investigación español Tecnologías químicas para la sostenibilidad ambiental, del Departamento de Ingeniería Química de la Universidad del País Vasco (UPV), también trabaja en el desarrollo de pilas de combustible de hidrógeno con las que podrían funcionar los automóviles del futuro. El equipo investigador labora junto con el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y laboratorios de América Latina en la purificación del hidrógeno para que sirva de combustible en automoción. El uso del hidrógeno como combustible reduciría notablemente las emisiones contaminantes a la atmósfera, porque al quemarse genera agua en vez de monóxido de carbono.
Se prevé que esta nueva tecnología estará lista para su explotación dentro de unos seis años... China construyó un artefacto que hace apenas unos años pertenecía a la ciencia ficción: un reactor de fusión termonuclear, lo que en términos más simples sería crear un sol en miniatura, controlarlo y atrapar la energía que desprende.
A diferencia de los reactores de fisión, que rompen los núcleos de los átomos para generar energía, los de fusión los combinan a diez millones de grados centígrados, y aquí es donde radica la dificultad tecnológica, pues la fusión de los núcleos requiere velocidades del orden de 10 000 kilómetros por segundo, las cuales se logran mediante la aplicación de temperaturas tan altas como las del centro del Sol.