Manifestantes opositores portan carteles para formar un arcoiris multicolor, y representar los ideales de «amor, solidaridad y fraternidad» entre todos los libaneses. Foto: AP BEIRUT, diciembre 9.— Miles de libaneses procedentes de todos los rincones del país se desplazaron a Beirut con el objetivo de manifestarse el domingo contra el gobierno y participar en una «jornada histórica» que fuerce la dimisión del ejecutivo del primer ministro Fouad Siniora, dijo AFP.
Hana Madi, una profesora chiita, llegó el viernes de la ciudad de Nabatiyeh, en el sur, horas después de escuchar al jefe del movimiento chiita Hizbolá, Hassan Nasralah, prometer que la oposición no abandonará la calle antes de haber obtenido sus objetivos.
«Volveré el domingo con mis dos hijos, y entonces me quedaré el tiempo que sea necesario», afirma la joven, asegurando que confía «ciegamente» en el jefe de la formación chiita libanesa.
Hana es un ejemplo del millón de libaneses —musulmanes chiitas, sunnitas, cristianos, hombres y mujeres de todas las edades— que exigen la formación de un nuevo gobierno de unidad nacional.
«El domingo será un momento crucial para nuestro movimiento. Después dejaremos de pagar nuestras facturas, dejaremos de ir a la escuela, al trabajo», promete Hana, de 28 años, que enseña inglés en una escuela de Nabatiyeh.
Nasralah afirmó el jueves que la oposición no se «rendirá» y mantendrá sus protestas hasta conseguir la caída del gobierno de Siniora, al que acusa de estar plegado a EE.UU.
«En la gran manifestación del domingo veremos que quienes apuestan por nuestra rendición se están haciendo ilusiones», dijo Nasralah en un discurso transmitido por una pantalla
gigante situada en el centro de Beirut, donde se congregan miles de manifestantes desde hace una semana.
«La mayoría actual (en el gobierno) no es representativa», afirma por su parte André Ibrahim, un trabajador bancario de 33 años, cristiano. «Reclamamos un gobierno de unión nacional para permitir a todas las corrientes políticas, a todas las religiones, tener la palabra», agrega.
Desde el primer mitin, el 1ro. de diciembre, miles de manifestantes invadieron el centro de Beirut, donde cientos de carpas enfrentan simbólicamente al Gran Serrallo, el palacio donde se encuentra la sede del gabinete, rodeado por alambradas de púas y cordones de soldados.
La oposición demanda al gubernamental Frente 14 de Marzo el derecho de participar en la toma de decisiones importantes, para lo que deberían poder contar con al menos un tercio más uno de los votos en un eventual gobierno de unidad nacional.
El detonador de la crisis fue la renuncia, a mediados de noviembre, de seis ministros chiitas y uno cristiano, por las alegadas carencias en la decisión de cuestiones importantes, como la formación de un Tribunal Internacional para juzgar a los presuntos implicados en el asesinato del ex primer ministro Rafic Hariri, en febrero de 2005.
Según DPA, el presidente de Líbano, el cristiano Emile Lahoud, rechazó este sábado como no acorde con la Constitución el establecimiento de dicho tribunal. «La decisión tomada el 25 de noviembre por el gabinete es nula, porque el gobierno de Fouad Siniora ha perdido su legitimidad», señaló el mandatario.