El indetenible apoyo a Chávez molesta a la oposición de adentro y de afuera. Foto: Marcelo García / Prensa Miraflores
CARACAS, octubre 13.— Pese a la activa campaña electoral presidencial, las autoridades venezolanas permanecen alertas ante la posibilidad de intentos de algunos sectores de acudir a la violencia para impedir la reelección del presidente Hugo Chávez.
De acuerdo con criterios de altas autoridades venezolanas, el indetenible avance de Chávez en las encuestas, que le otorgan del 50 al 60 por ciento del voto, comenzó a inquietar a sectores opuestos a los cambios en marcha en el país sudamericano desde 1999, dice PL.
Al respecto el jefe de Estado denunció que sectores de la oposición están ofreciendo un «billete gordo» a oficiales de diversos componentes de la Fuerza Armada Nacional, para propiciar un enfrentamiento dentro de la institución castrense.
En opinión de Chávez, esta acción forma parte de un plan ya elaborado para desconocer su triunfo en las elecciones del 3 de diciembre próximo, en las cuales podrán votar 16 de los 26 millones de venezolanos.
«Siguen algunos dirigentes políticos apátridas tratando de meterse en los cuarteles, tengo pruebas ya, sobre todo pensando en diciembre y especialmente aquí en el Zulia», expresó Chávez durante una visita al occidental y rico estado petrolero.
El proyecto violento, de acuerdo con revelaciones, estaría vinculado a manipulaciones de encuestas para hacer ver un empate técnico entre el Presidente venezolano y su principal opositor, el gobernador de Zulia, Manuel Rosales.
Por su parte, el vicepresidente venezolano, José Vicente Rangel, resaltó la necesidad de una victoria de Hugo Chávez «con un margen abrumador de ventaja» para desvirtuar planes de declarar fraudulentos los comicios.
La importancia de ello, agregó, es evitar la menor duda sobre el resultado electoral, «porque sabemos que la estrategia del adversario —más que del interno del de afuera, del diablo (Estados Unidos)—, es estar pendiente de ese dato, para cantar fraude».
«Sabemos que tenemos ganadas las elecciones, pero queremos obtener un margen abrumador de ventaja y estamos trabajando para eso», expresó Rangel. El arma más fuerte del presidente Chávez —subrayó— no son los tanques ni los aviones, sino los votos.
En este contexto, el plan otorga un peso importante a Zulia, donde se han manifestado sectores a favor del separatismo, alentados por la embajada de Estados Unidos, de acuerdo con denuncias.
Mientras, el escenario electoral venezolano concentra ahora sus principales acciones en los estados de Bolívar y Aragua. William Lara, ministro de Comunicación e Información y miembro del Comando Nacional del Movimiento Quinta República, señaló que la campaña del jefe de estado ingresa en una nueva etapa.
En ese contexto, añadió, se intensifica el contacto del aspirante con el pueblo, al priorizar su identidad con la ciudadanía en el mensaje electoral y la divulgación de propuestas concretas en la nueva etapa de gobierno.
La agenda de Chávez contempla asimismo actividades en Barquisimeto (Lara) el sábado y la inauguración de un importante servicio de ferrocarril el domingo, entre otras acciones.
Por su parte, Rosales —principal figura de la oposición— centra las labores de propaganda en los estados de Bolívar y Nueva Esparta, donde llevará sus propuestas para intentar un recorte a la distancia que lo separa del mandatario.